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Martín Campaña: la vida en Arabia, la presión en Independiente y por qué no baja los brazos por la Celeste

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Martín Campaña con la selección uruguaya. Foto: Archivo El País
Uruguay's goalkeeper Martin Campana catches the ball as he takes part in a training session of Uruguay's national football team at the Sport Centre Borsky, in Nizhniy Novgorod, on June 26, 2018, during the Russia 2018 World Cup. / AFP / MARTIN BERNETTI FBL-WC-2018-URU-TRAINING, Martin Campaña, arquero suplente de Uruguay, campeonato mundial de futbol
MARTIN BERNETTI/AFP

ENTREVISTA

El uruguayo pasó por Deportivo Maldonado, Atenas de San Carlos, Racing, Cerro Largo, Defensor Sporting, Independiente de Avellaneda y desde 2020 custodia el arco del Al Batin de Arabia Saudita.

El puesto de arquero es ingrato, dicen. Sin embargo, aMartín Campaña (33) eso nunca le importó demasiado. Tenía 8 años y quería ser guardameta como su padre, sin embargo su progenitor quería que jugara a la pelota y se divirtiera. Cuando el técnico del baby fútbol iba a armar el equipo, él se paraba en el arco y no había nadie que lo moviera. Y ahí se quedó, en Maldonado, Montevideo, Melo; Argentina y Arabia. Y en todos los lugares que recorrió gracias a sus manos firmes.

La vida le demostró al fernandino que la carrera bajo los tres palos, al final, no fue tan ingrata. Conquistó la Copa Sudamericana, estuvo en los seleccionados juveniles y fue a un Mundial de mayores y tres copas América.

Ahora, Martín Campaña está en Turquía. Renovó por dos años con el Al Batin de Arabia Saudita y como en el país de medio oriente hace mucho calor, su equipo se prepara en una zona más templada a pocos kilómetros de Estambul.

Su derrotero futbolístico lo hizo pasar por la capital y el interior. Se formó en juveniles entre Defensor Sporting y Deportivo Maldonado, pero volvió a su tierra natal para debutar en primera división con los fernandinos, luego jugó en Atenas de San Carlos. Volvió a Montevideo, con un breve pasaje por Racing, pero luego recaló en Cerro Largo donde logró hitos con el equipo como clasificar a la Copa Sudamericana.

La experiencia de vida en tierras arachanas fue diferente: “Sabíamos que cada dos semanas teníamos que hacer cinco horas y cambiaba un poco. Pero a mí me gusta también la tranquilidad y en Melo pasé bien; de hecho conocí a Valentina, mi esposa”, detalló Campaña a Ovación.

Finalmente, la vida le dio revancha y pudo jugar en Defensor Sporting, equipo que lo había formado. Sus buenas temporadas en el arco de los violetas le valieron la citación a la selección uruguaya y su salto al exterior.

Martín Campaña campeón de la Copa Sudamericana con Independiente. Foto: Archivo El País
Martín Campaña campeón de la Copa Sudamericana con Independiente. Foto: Archivo El País

Jugar en un grande argentino: Independiente

Al arquero que le gustaba la tranquilidad le tocó mudarse a la “Ciudad de la furia”, Buenos Aires. El jugador se incorporó al Rojo de Avellaneda en 2016 y ahí empezó una etapa desafiante.

“Fue todo nuevo, Independiente tiene cinco millones de hinchas y fue un cambio por la trascendencia de cada partido. La repercusión no era fácil, por ejemplo en el primer encuentro que jugué sentí un poco de nerviosismo por saber que tenía la presión de hacer todo bien y demostrar en otro país”, sostuvo.

Sin embargo, con el correr de los partidos, fue afirmándose en el arco y pudo disfrutar. “Los primeros años fueron muy lindos, hasta salimos campeones de la Copa Sudamericana, una experiencia inolvidable y estoy más que agradecido a haber jugado en un club tan grande como Independiente”, remarcó.

Respecto al título internacional, detalló: “Se veía venir porque había un ambiente bueno en el grupo, todos se llevaban bien. Eran todos jugadores muy dinámicos y las cosas salían como se planificaban. Casi siempre ganábamos, aunque tuviésemos algún fallo arbitral o algo en contra, el equipo seguía para adelante y conseguía los resultados, entonces se nos dio todo”.

Y agregó: “Lo más importante era que teníamos un grupo muy sano y éramos muy compañeros, hasta el día de hoy, con muchos seguimos hablando”.

Luego vino la pandemia y su salida del Rojo en 2020, no fue tan elegante. Demandas cruzadas terminaron en que recién este año el club argentino pagara sus deudas con el futbolista.

Foto: Twitter @mcampi25
Foto: Twitter @mcampi25

La vida en Arabia.

 El arquero uruguayo firmó en 2020 un contrato por dos años con el Al Batin de Arabia Saudita y acaba de renovar por las próximas dos temporadas.

Sobre su llegada al fútbol de Arabia Saudita, el arquero confesó que no conocía demasiado: “Estamos tan lejos y con diferentes idiomas, que tampoco te atrae”.

Sin embargo, se llevó una grata sorpresa: “Es una liga en la que cada equipo tiene siete extranjeros, todos técnicos europeos o americanos de distintas zonas, pero todos reconocidos. Los conjuntos tienen buenos futbolistas, los estadios son muy lindos y se llenan”, subrayó.

El impacto fue desde el punto de vista cultural: “Son totalmente diferentes a nosotros, con un idioma muy distinto y casi no hablan en inglés. También están sus rezos, ver las mujeres en mi ciudad todas vestidas de negro, porque al ser en el interior no están tan occidental izados”, comentó el arquero uruguayo.

Aunque renovó por dos años más, confesó que los primeros tiempos se le hizo difícil vivir en el país de Medio Oriente, pero que era una oportunidad que, luego de evaluarla junto a su familia, decidió que no debía desaprovechar.

La vida social en Arabia

El año pasado, Martín y su esposa, Valentina, tuvieron uruguayos más cerca: en Riad estaba Jonathan Rodríguez y su familia.

“Nos juntamos unas cuantas veces”, comentó el arquero. Lo que más han sufrido es el aspecto social, ya que el idioma y la cultura distinta se convierten en una barrera un poco difícil de superar.

“Si hay uruguayos, o como ahora que llegó un colombiano o el año pasado con brasileños, nos juntamos”, explicó. Sin embargo, no siempre se genera el contacto con extranjeros.

“Cuando vas a un café o algo, es difícil hablar con alguien porque solo saben árabe y aunque entiendo algunas palabras, no hablo. Tampoco hablan demasiado en inglés así que eso nos complica un poco”, indicó.

De todos modos, seguirá dos años más en ese país.

Martín Campaña con la selección uruguaya. Foto: Archivo El País
Martín Campaña con la selección uruguaya. Foto: Archivo El País

Ilusión celeste.

El arquero ha sido una figura recurrente de la selección uruguaya. Fue convocado sistemáticamente para los Juegos Olímpicos de Londres 2012Copa América Centenario 2016, las Eliminatorias de Rusia 2018, el Mundial de Rusia 2018, la Copa América de Brasil 2019, las Eliminatorias de Qatar 2022 y la Copa América de Brasil 2021.

Estuvo en la alineación del equipo uruguayo en nueve partidos, cinco amistosos y cuatro de las Eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022. Además, de los tres de los Juegos Olímpicos. 

Aunque con la llegada de Diego Alonso como director técnico a la selección uruguaya, Campaña dejó de ser citado, no pierde la esperanza.

“No doy la etapa por cerrada, la ilusión siempre está. Estoy agradecido. Para un jugador estar en la selección es lo más lindo. Disfruté al máximo cada momento”, comentó.

Durante mucho tiempo vivió los encuentros desde el banco, pero eso no hizo que lo desmotivara: “Más allá de que Fernando Muslera era el titular y jugaba, estar ahí no es fácil y es una oportunidad única. Considero que es un sueño que desde chico se anhela y tener la posibilidad de estar tanto tiempo fue un privilegio”, reflexionó.

Campaña pasó más de la mitad de su carrera entrenando con el combinado celeste, primero como juvenil y luego con la absoluta: “Desde los 17 años me tocó ir al Complejo Celeste, primero en inferiores y después con la mayor. Son momentos muy lindos que además tiene un ambiente espectacular y siempre se pasó bien con compañeros extraordinarios, que más allá de ser buenos jugadores, son buena gente. Entonces siempre lo disfruté, por eso mismo en cada convocatoria tengo el deseo de volver”, insistió.

Sin embargo, es consciente que es complicado que su deseo se cumpla. “Sé que es difícil, jugando en un fútbol que no se ve en Uruguay, pero las ganas son las mismas”, añadió.

En el caso de que la deseada citación no llegue, de todas maneras el portero acompañará a Uruguay desde otro lugar. “De una forma u otra voy a estar”, expresó y contó que desde su ciudad a Qatar hay un vuelo de dos horas.

“Siempre que juega Uruguay es muy emocionante y queremos que le vaya muy bien a la selección. Por qué no soñar a lo grande y pensar en salir campeones”, concluyó.

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