Los temas económicos en particular, pero también cuestiones de seguridad, llevaron a los futbolistas profesionales a paralizar sus actividades en varias oportunidades desde la fundación de la Mutual de Futbolistas en 1946. En ese sentido, hubo pocos conflictos, pero dejaron su huella. Aquí, un repaso:
1948-1949
La huelga más extensa en el fútbol uruguayo duró siete meses. Fue votada en octubre de 1948 y se prolongó hasta mayo del año siguiente. En abril de 1949 y luego de ignorar por mucho tiempo a la Mutual, los clubes aceptaron por fin negociar, aunque a través de figuras secundarias de ambas partes. Tuvo un papel especial el presidente de la AUF, César Batlle Pacheco (hijo de Batlle y Ordóñez y primo de Luis Batlle, entonces presidente de la República). Pese a ese ninguneo dirigencial, se considera que el grueso de la prensa y de los aficionados apoyaron a los huelguistas.
En la madrugada del 4 de mayo de 1949, una asamblea de la Mutual aprobó lo actuado y levantó el conflicto. Se obtuvieron numerosas reivindicaciones: el 10% de los pases, la obligatoriedad de ofrecer contrato o la libertad de acción a los menores de 21 años y, especialmente, la abolición de todas las normas o usos que mantenían el control total de los clubes sobre sus jugadores (ver aparte).
Hubo una consecuencia adicional: el duro trance vivido representó un factor de unidad para los jugadores, que contribuyó a la conquista de Maracaná apenas un año más tarde.
1971
A fines de octubre de 1971, la Mutual resolvió iniciar otro conflicto, en respuesta a los crecientes atrasos salariales que sufrían los futbolistas y en el marco de una actividad que ya había entrado en crisis económica.
Como protesta inicial, los jugadores hicieron paros de un minuto y luego de dos, deteniendo los partidos, hasta que el 5 de noviembre se declaró el paro por tiempo indeterminado. Como sus colegas argentinos también estaban en huelga, se organizó un amistoso internacional para reunir fondos. La AUF impidió jugar en los escenarios oficiales, por lo que el encuentro de las estrellas rioplatenses se realizó en la canchita del Centro Social y Deportivo Paso de la Arena, en Luis Batlle Berres y Tomkinson.
El Campeonato Uruguayo se paralizó durante dos semanas, aunque la selección jugó un amistoso en Chile.
Esta vez, las conversaciones entre la Mutual y la AUF comenzaron sin demoras. Esta última dio plenos poderes a sus neutrales para actuar. Se negoció durante varios días en la casa del periodista Jorge Da Silveira, mediador a pedido de la Mutual.
Al final, los futbolistas lograron el compromiso de que quienes no percibieran su salario luego del día 10 de cada mes pudieran presentar el reclamo ante la AUF y en caso de mantenerse el atraso por varios meses, reclamar el pase libre. También se acordó que los clubes no podrían comenzar la temporada siguiente sin saldar sus adeudos con sus exfutbolistas, algo que se sigue cumpliendo hoy.
1992
Una huelga de un mes pero por razones diferentes, vinculadas al creciente poder de Paco Casal.
El partido Basáñez-Villa Teresa, jugado por el torneo de la “B” en La Bombonera el 19 de setiembre de ese año terminó con incidentes. Además de cuatro heridos de bala, murió un hincha llamado Wellington Castro, embestido por el caballo de un coracero.
Los dos clubes recibieron severas sanciones, que mandaron al descenso a Villa Teresa e impidieron el ascenso de Basáñez, estrechamente vinculado a Casal. El 8 de octubre la Mutual aprobó la huelga, considerando que los jugadores de ambos clubes no tenían responsabilidad por lo ocurrido. Todos los torneos locales se detuvieron e incluso Nacional no pudo continuar en la Supercopa sudamericana.
La mediación del sacerdote y exfutbolista profesional Ernesto Popelka permitió levantar la huelga el 8 de noviembre, luego que la AUF aceptara reducir la sanción a los dos clubes y otorgar compensaciones económicas para sus jugadores.
2017
El paro de actividades fue consecuencia de un conflicto interno de los propios futbolistas. Desde fines de 2016 existían diferencias en cuanto a la forma en la que la Mutual acordaba el cobro de los derechos de imagen a la empresa Tenfield.
Los descontentos con las autoridades de la Mutual, apoyados por los jugadores de la selección, conformaron la agrupación Más Unidos que Nunca. Luego de un largo enfrentamiento, el 18 de octubre de 2017 este grupo llamó la huelga.
La medida se levantó el 31 de octubre, aunque no hubo un acercamiento de las posiciones. Cada parte acusaba a la otra de falta de voluntad para el diálogo.
En noviembre se realizó una asamblea de la Mutual, en la cual Más Unidos pretendía lograr la destitución de la directiva. El presidente de la misma, Enrique Saravia, levantó de improviso la sesión. El tema llegó hasta el Ministerio de Educación y Cultura, que intervino la Mutual y cesó a sus autoridades.
En julio de 2018 se realizaron elecciones en la Mutual. Solo se presentó la lista que impulsaba Más Unidos, por lo cual su titular Michael Etulain pasó a ser el presidente. Dos años despues renunció y asumió su vice, Diego Scotti, quien fue reelegido el 4 de abril de 2022.
2022
El 30 de junio, la Mutual declaró un paro en apoyo a los jugadores de Villa Española, que habían sido amenazados de muerte por personas vinculadas al propio club. La medida paralizó el Torneo Intermedio.
Tras gestiones ante la Secretaría del Deporte y el Ministerio del Interior, el 6 de julio se acordó levantar la medida. Se aprobaron varios puntos vinculados a la seguridad en los partidos: se dispuso el establecimiento de protocolos y la presencia de policías junto a la cancha y se permitió la presencia de la Mutual en la preparación de los operativos para los partidos, sobre todo los de mayor riesgo.
La Mutual nació como respuesta al ninguneo de los dirigentes

La Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales nació para que sus asociados obtuvieran derechos: verdaderos protagonistas del fútbol, héroes populares por los títulos conseguidos, generalmente eran menospreciados por los dirigentes de la AUF y los clubes, que ignoraban sus reclamos.
Hasta 1949, la situación de los futbolistas profesionales era muy dura, casi desprovistos de derechos: estaban ligados de por vida a su club, que podía transferirlos sin pedirle opinión, suspenderlos, multarlos por supuestos bajos rendimientos o rescindirles el contrato unilateralmente. Incluso si un jugador se iba a un equipo del exterior, al regresar al Uruguay volvía a pertenecer automáticamente a su club de origen. Los atrasos en los pagos de sueldos eran habituales.
La primera organización sindical de futbolistas uruguayos fue la Sociedad Protectora de Jugadores, creada el 22 de agosto de 1930. Sus reivindicaciones iban desde el libre ingreso a las canchas hasta subsidios en caso de lesión, así como participación en las ganancias de los clubes, aunque la actividad era oficialmente amateur. El movimiento duró 10 días y prácticamente no obtuvo resultados.
Ya en el profesionalismo, el 27 de abril de 1938 se fundó la Agrupación de Jugadores Uruguayos Profesionales, con el prestigioso capitán celeste José Nasazzi como presidente. Su plataforma incluía algunos puntos de 1930, sumando el pedido del 20% de los pases por sumas mayores a $ 2.000 y la libertad de acción para los futbolistas que disputaran menos de ocho partidos por un club en una temporada.
Le dieron a la AUF un mes para atender los postulados, pero no hubo respuestas y se votó la huelga a principios de julio. Las fechas del Campeonato Uruguayo se fijaron pero no se disputaron. El conflicto se levantó ante la promesa de la realización de un partido a beneficio de los futbolistas, que sin embargo nunca se jugó.
Cuando el 6 de agosto de 1946 se fundó la Mutual los dirigentes ni siquiera reconocieron al sindicato. Por eso, una asamblea realizada con la presencia de casi 500 futbolistas votó el 16 de octubre de 1948 por unanimidad ir a la huelga.

Hubo intentos de mediación, incluso a nivel político, pero la intransigencia de los clubes impidió el arreglo: exigían el fin de la huelga para recién entonces negociar.
El Uruguayo de 1948 quedó trunco, mientras los jugadores organizaban partidos a beneficio o vendían bonos para sobrevivir.
El 4 de mayo de 1949 se levantó el conflicto, luego que la AUF aceptara los reclamos de los futbolistas.
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