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entrevista

La vida de Jorge García: qué rescata de su experiencia, qué pasó realmente con Chelsea y cómo vive ahora

Estuvo internado en el Hospital Vilardebó y hoy vuelve a jugar al fútbol para encontrar nuevamente su mejor versión.

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Jorge García y su nueva vida en Playa Pascual.
Jorge García y su nueva vida en Playa Pascual.
Foto: Estefanía Leal

porMariana Malek
Para las generaciones más jóvenes, el nombre de Jorge García no dice demasiado. Sin embargo, para quienes entre 2004 y 2007 disfrutaron del fútbol, es sinónimo de un lateral con buen pie, campeón uruguayo y parte de un Danubioque jugaba de galera y bastón.

Esa es la parte linda de su historia, la que lo llevó a estar en la mira (e incluso probarse) de Chelsea y hasta jugar algunos minutos en la selección uruguaya al mando de Óscar Washington Tabárez. También está la parte no tan linda, una historia marcada por trastornos de salud mental, problemas con la Policía e, incluso, muerte.

La vida de Jorge García lo tuvo todo y a sus cortos 36 años, aún le quedan varios capítulos por escribir, pero hoy la vida le da una segunda oportunidad.

Oscar Washington Tábarez junto a Jorge García y otros futbolistas. Foto: Archivo
Oscar Washington Tábarez junto a Jorge García y otros futbolistas. Foto: Archivo

Jorge García llegó a la Primera División del fútbol uruguayo en 2003 ascendido por Danubio, era un jugador prometedor que había pasado por las selecciones Sub 17 y Sub 20 y se perfilaba como crack. Sin embargo, en 2006, cuando era parte del plantel principal (y campeón) de Danubio, empezó a tener problemas con la ley. Fue detenido varias veces y finalmente, en 2011, Danubio lo dejó ir. Desde entonces pasó por Cerrito, Albion, Demócrata (Brasil), Cerro y Villa Teresa.

En 2017, luego de permanecer internado tres años en el Hospital Vilardebó, intentó volver al fútbol en Huracán de Paso de la Arena -equipo al que llegó a través de uno de los amigos que le dejó el fútbol, el exPeñarol Miguel Lavié- y este año jugará en Ciudad del Plata.

“No estaba en mis planes, pero como estoy bajando de peso, haciendo fútbol 7 y tengo un compañero con el que jugamos juntos en Cerro que también va estar, me ofrecieron para sumarme”, dijo a Ovación.

Sobre cómo vive después del fútbol, explicó que luego de salir del hospital estuvo trabajando donde vio oportunidades: “Mi ingreso ahora es el almacén, estuve trabajando en la construcción también. No le escapo a nada, si tengo que laburar de lo que sea, laburo. Estuve como seis meses trabajando en UPM en Paso de los Toros y ese ingreso fue para meterlo en el almacén”, detalló.

Y contó que para el futuro espera convertirse en entrenador: “El año pasado también hice el liceo, con el Plan Rumbo, para cursar 1°, 2° y 3° en un año, y aprobé. Este año quería hacer el curso de entrenador, pero por un tema de trabajo no se pudo. Si Dios quiere el año que viene será”, sostuvo.

De Danubio a Chelsea.

Quienes se lo encuentran y lo reconocen, le recuerdan la pegada magistral, el campeonato de Danubio con Gerardo Pelusso en 2004 o el del 2006/2007 con Gustavo Matosas, cuando vivió su mejor época y hasta llegó a jugar algunos minutos con la selección uruguaya.

“No solo me acuerdo yo, sino la gente que me ve y me dice: ‘mirá Jorge, ¿cómo andás?’, Me dicen: estuviste en el campeonato del 2004, que te subió (Gerardo) Pelusso, y después con (Gustavo) Matosas’. Es lindo que la gente siga recordándote”, señaló.

También estuvo en agenda de un grande del fútbol inglés como el Chelsea, pero el negocio no se concretó.

De su viaje a Londres recuerda, “lo lindo” de la experiencia y el cambio que suponía: “De grande uno se da cuenta que en Danubio entrenábamos a veces en el Parque Forno, cuando existía, y a veces nos teníamos que bañar con agua fría. Ir al Chelsea y tener ropa, zapatos (que acá tenés que comprarlos vos mismo), que el club tenga todo, era otro mundo; y sigue siendo, porque estamos lejos con el tema de los estadios y canchas”, indicó.

Jorge García, Pablo Lima y Santiago González festejan un gol de Danubio.
Jorge García, Pablo Lima y Santiago González festejan un gol de Danubio.
Foto: Archivo El País

No tiene claro por qué no salió del franjeado en esa oportunidad, pero asegura que fue un tema entre su representante y el club: “La certeza 100% no la tengo de qué pasó con Chelsea. Sé que el club había dicho que sí, el tema fue entre (Pablo) Bentancur, que era mi empresario, y Danubio, o algo así. Me acuerdo que dijo que no sé qué quería (Arturo) Del Campo. Nunca supe 100%, si fue algo que Danubio quería toda la plata junta y me iba a préstamo a Bélgica. Algo así me dijo Bentancur. Algún día me gustaría preguntarles, hablar con Arturo y con Pablo Bentancur para que me digan qué pasó”, señaló.

Sin embargo, y a pesar que Danubio decidió no renovarle el contrato luego de varios problemas con la Policía, por lo que terminó en otro equipo, no tiene rencor ni con el club ni su presidente.

“Después que salí del hospital, fui a ver a Danubio con mi hijo. Ese día coincidió que Del Campo estuvo en Jardines y se acercó a saludarme. Siempre que me cruce y nos veamos, vamos a saludarnos; nunca nos peleamos ni nada, tuvimos diferencias, pero yo siempre voy a estar agradecido con Danubio y siempre lo tengo en el corazón”, subrayó y adelantó que si hace el curso de entrenador estaría abierto a la posibilidad de volver al club que lo formó.

Los años han pasado, pero aunque su vida y la de sus compañeros de aquel equipo cambiaron sigue presente el vínculo: “Tengo contacto con algunos de mi excompañeros, pero no me gusta estar molestando, algunos juegan y otros son técnicos, tienen un rol. Hace unas semanas estuve mensajeándome con el Mota (Walter Gargano) y también he hablado con (Carlos) Grossmüller, Jadson Viera, Coco Conde. Con muchos compañeros; pero no me gusta andar molestando”, reconoció.

Jorge García y su nueva vida en Playa Pascual.
Jorge García y su nueva vida en Playa Pascual.
Foto: Estefanía Leal

Perspectiva.

En el 2014 fue declarado inimputable por el asesinato de su padre y estuvo tres años internado en el Hospital Vilardebó.

Luego logró reinsertarse y eso fue posible con apoyo y personas dispuestas a dar otra oportunidad: “La verdad es que tengo que agradecerle a Dios la oportunidad que me dio de vuelta. También fue fundamental el apoyo de mi familia. Hoy, gracias a Dios, estoy bien. Muchos de mis compañeros me apoyaron también, la Mutual; eso fue haciéndolo más fácil”, señaló.

A la distancia, mira los temas de salud mental con preocupación: “Es importante que el jugador tenga un apoyo y que, a la par del fútbol, vaya agarrando otras herramientas de trabajo, como hace la Mutual ahora y hay cantidad de cosas que antes no había. Hay muchos jugadores que no tienen la posibilidad de llegar y bueno, cuando tenés 36 o 37 años y tenés que retirarte, te encontrás que no tenés esa entrada del fútbol para seguir manteniendo la familia y eso también un golpe muy fuerte”, subrayó con ímpetu.

Jorge dijo que el mejor consejo que puede dar a las generaciones más jóvenes de futbolistas es que “es fundamental estar 100% en el fútbol si te gusta y si querés vivir de eso, hay que cuidarse al máximo”.

Además, alentó a pedir ayuda cuando se necesita y no temer: “Es importante buscar apoyo y que no le tengan miedo a cuando les nombran un psicólogo o algún profesional que los pueda ayudar. Cuando a mi me querían poner psicólogo siempre le escapaba. La verdad es que me hice amigo de un psicólogo y después cuando terminé el tratamiento con él siempre quería volver a charlar y eso porque me ayudó muchísimo en mi vida”, expresó.

Más allá del apoyo de la Mutual de Futbolistas, Jorge agradece la mano que le dieron muchas personas del ambiente: Siempre voy a estar agradecido con todo aquel del fútbol que siempre me apoyó, tuvieron buenas palabras, porque muchos de los jugadores y la gente del fútbol diga que uno es buena gente, es importante”.

“Uno era malo para uno, pero no era de pelearme con mis compañeros o entrenadores ni nada, al contrario, siempre creo que fui buena gente y me hice querer”, apuntó.

Para Jorge García el premio es que, a pesar de todo lo que le tocó vivir, la gente lo quiera: “Eso es lo más lindo que te puedan decir, hoy o mañana encontrarte con un compañero y que te dé un beso, un abrazo y que te diga me alegro de verte bien, es lo que rescato de todo lo que me ha pasado”, concluyó el exfutbolista.

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