El DVD fue editado en 2004, se llama "Pelé eterno" y refleja con decenas de testimonios -empezando por el del propio "O Rey" y siguiendo por el de su madre, tíos y ex compañeros- la trayectoria, y la vida del que fue uno de los mejores jugadores -sino el más grande- de todos los tiempos.
El documento, además de excelente, no deja de ser sorprendente, especialmente para los uruguayos, porque en el comienzo mismo, con el acompañamiento visual de imágenes de un "picado" disputado entre "garotos" brasileños en un campo de piso de tierra y polvoriento de Baurú, su ciudad natal del interior del estado de San Pablo, Pelé -nacido el 23 de octubre de 1940- narra que la tarde del 16 de julio de 1950 estando en su casa y escuchando por radio la final del Mundial de 1950, "me impresionó tanto ver a mi padre llorando desconsoladamente, porque él siempre me había dicho que los hombres no lloraban, que como niño inocente, no se me ocurrió otra cosa que prometerle que yo le iba a traer una Copa del Mundo para él..."
Se quedó corto; acicateado por la espina que le dejaron atragantada los celestes, se desquitó en forma implacable, haciéndole el regalo prometido al padre, ¡tres veces!: en 1958, 1962 y 1970.