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En una gambeta: Diego Riolfo, la llave que tuvo Wanderers en la Copa Sudamericana

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Diego Riolfo y su grito eufórico de gol. FOTO: AFP.

ENTREVISTA

“Me adapto a lo que me pide el entrenador; quiero ser titular, pero ya más grande priorizo lo colectivo”, afirmó.

"No le quise pegar tan arriba, pero si quería levantarla por si el arquero se tiraba para esa lado; venían cerrando dos defensas, del otro lado no tenía ángulo, solamente me quedaba tirarla para esa lado, y pensé que Lucero (Álvarez) se podía tirar para ese lado, y por ese la quise tirar arriba, pero se me levantó un poco. En ningún momento tuve la sensación que se me iba porque cuando sentí el golpe sentí que salía más o menos a donde yo quería”, contó un alegre Diego Riolfo sobre el segundo gol del partido (79’), que le dio el triunfo a Wanderers sobre Cerro Largo por la Copa Sudamericana.

El número 14 Bohemio entró muy bien en el minuto 60 y fue una de las explicaciones de por qué Wanderers pudo revertir el partido cuando los Arachanes se habían puesto en ventaja gracias al gol de Leandro Onetto. Fue una de las principales figuras de los albinegros: cuando él entró descomprimió la responsabilidad que tenía Nicolás Quagliata y provocó que el 10 mejorara su actuación; las pidió todas, se movió por todo el frente del ataque, colocó pases entre líneas y le sumó un factor muy habitual en Gambetita, que es la energía con la que entra y que contagia a sus compañeros.

Sobre su rol en el equipo, Riolfo explicó que “Daniel ha hablado conmigo y me lo ha comentado. Nosotros dependemos mucho de Nico y es verdad que cuando yo entro trato de pedir mucho más la pelota y él puede encontrar en alguna jugada un poco más de espacio para poder desequilibrar porque a veces a él lo marcan de a dos o de a tres y obviamente es muy complicado para cualquier jugador recibir la pelota con tanta marca. Cuando estoy yo en cancha arrastro alguna marca yo y él puede quedar más libre. Daniel me da ese rol de entrar y darle otra energía al equipo. Me adapto a lo que me pide el entrenador, obviamente quiero jugar de titular, pero uno a medida que está más grande empieza a priorizar lo colectivo por sobre lo individual y es lo que pasa”.

Riolfo en acción contra Cerro Largo en el Parque Viera.
Riolfo en acción contra Cerro Largo en el Parque Viera.

Riolfo, que ganó cinco de ocho duelos y que tuvo un 84% de efectividad en pases, comentó que “a mí me encantaría entrenar toda la semana con toda la energía con la que entro a los partidos, con esa dinámica, pero hay un componente mental y motivacional que influye. El jueves estaba divino, la noche hermosa y nosotros no jugamos Sudamericana todos los días. Para el club es muy importante poder avanzar a una fase de grupos. Hay un montón de elementos motivacionales que te tienen alerta, con la máxima energía, son los partidos que más me gustan jugar. Entro con una energía que no me pasa ni cerca en la semana; vos me ves entrenar y soy más tranquilo, je. En los partidos trato de darle dinámica, de generar faltas, que nosotros tenemos jugadores de altura. Con Defensor vino el gol de un centro y el jueves el empate viene de un centro. Son faltas que generan ese peligro. Son detalles que definen los partidos y hay que aprovecharlos para sacar diferencia”.

Por último, sobre cómo quedó la llave con Cerro Largo tras el 2-1, Riolfo dijo que “no vamos a ir a jugar pensando que estamos en ventaja, porque si lo hacemos no vamos a ser el equipo de siempre, de proponer, de tratar de llevar los centrales a mitad de cancha, porque cuando ponemos los 10 jugadores en campo rival, presionando, teniendo la pelota, generamos chances. Hay que tener cuidado con las transiciones, pero tenemos que pensar que es un partido único y no especular con el resultado”.

Diego Riolfo. FOTO: AFP.
Diego Riolfo. FOTO: AFP.

Una metamorfosis en el estilo de juego

“Somos un equipo que podemos jugar con varios estilos. Lo que pasaba años anteriores es que solo nos gustaba tener la pelota, tener mayor posesión que el rival y tratar de hacer los goles en juego asociado y ya cuando vino Daniel, cuando llegó el Tanque Rivero, cuando llegó Renzo López, empezamos a cambiar ese estilo de juego que venía desde 2014 con Alfredo (Arias) y empezamos a llegar a banda y tirar el centro. Nos ha dado resultado el juego aéreo. Tenemos jugadores de posesión, para llegar con paredes, pero también futbolistas como para tirar centros y ser peligrosos. Esa posibilidad de planificar en base al rival y ser peligroso de ambas maneras es un atributo”, concluyó Gambetita. 

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