TRICOLORES

Usar la número 10 en cualquier equipo de fútbol profesional siempre supone un desafío, una responsabilidad extra. Más aún en un grande.

Pesa la historia, la ubicación en la cancha, el reconocimiento público, los antecedentes. Y cuando las papas queman, lo más fácil para el hincha es reprocharle a ese jugador que la viste, pedirle que se haga cargo de la pelota y marque la diferencia.

En Nacionalno ha sido la excepción. Jugadores históricos como Rubén Sosa, Luis Artime, Juan Ramón Carrasco, Matute Morales, entre otros, supieron utilizarla y marcar la diferencia. Pero esa tendencia, que históricamente hacía vincular el número al desequilibrio táctico, se ha revertido en el último tiempo.

En los últimos nueve años, el dorsal perteneció a nueve nombres diferentes, que en su mayoría pasaron sin pena ni gloria: Leandro Otormín, Andrés D’Alessandro, Pablo García, Rodrigo Amaral, Pablo “Pitu” Barrientos, Tabaré Viudez, Martín Ligüera, Ignacio González y Richard Porta.

Con la reciente salida de Otormín, Franco Fagúndez se transformó en el nuevo heredero de una camiseta que no ha traído buena suerte a sus antecesores: los últimos nueve que la usaron apenas consiguieron marcar 30 goles y asistir en 34 oportunidades en un total de 206 partidos.

Ninguno de ellos, a excepción de Ligüera, lograron cerrar su ciclo cumpliendo con las expectativas. El floridense fue el que más desniveló al alcanzar en su última etapa -también utilizó la 10 en las temporadas 2004/05 y 2007/08-, nueve goles y ocho asistencias en 44 encuentros. Sin embargo, no pudo retirarse campeón de esa campaña 2016/17, como pretendía, y decidió ponerle punto final a su carrera.

Lo mismo hizo Barrientos, que aunque se despidió del fútbol levantando el Uruguayo, no aportó un solo gol en un corto período de 10 participaciones.

Del selecto grupo de futbolistas, el argentino fue de los pocos que consiguió irse campeón a fin de año, junto a Amaral, que se fue libre, sin jugar un solo minuto en todo el Torneo Clausura.

García, por su parte, abandonó el club cuando se concretó su salida a préstamo a mediados de 2021 y venía de conquistar los Uruguayos 2019 y 2020.

Otormín, que emigró a Defensa y Justicia hace dos semanas, había regresado este año a los tricolores y, si bien ganó el Intermedio, no logró consolidarse nunca como titular.

El resto de los jugadores (D’Alessandro, Viudez, González y Porta) se fueron en condición de libres.

A diferencia de la mayoría de sus predecesores, Fagúndez comenzará a usar el histórico número luego de haber sido una de las piezas clave de Nacional en el primer semestre del año. La estrenó el pasado sábado frente a Wanderers sin la suerte de convertir o asistir, pese a estar a la altura en rendimiento.

Lo que en principio pintaba como una opción de recambio para Nacional hoy es una carta fundamental en el 11. El joven delantero de 22 años fue titular el 80% de los partidos y mantuvo un buen aporte, con ocho goles y una asistencia en 30 choques.

Algunas veces como 9 de área, otras más retrasado como pivot y en ocasiones dando una mano a los volantes, ha sabido capitalizar sus chances en Primera -al punto de ganarse rápidamente la confianza del entrenador Pablo Repetto- y quedarse con el puesto de jugadores de la talla de Ignacio Ramírez o Emmanuel Gigliotti.

La confianza de Fagúndez al apostar por un dorsal histórico muestra que le sienta bien ser protagonista. Solo el tiempo dirá si será capaz de mantener el nivel y cortar con una regla que desde hace algunos años tiene a mal traer a los jugadores que se calzan la 10 del Bolso.

Leandro Otormín usó la 10 desde comienzos de este año hasta que se fue a préstamo a Defensa y Justicia de Argentina hace dos semanas. En 18 partidos dio dos asistencias y no hizo goles. No se pudo afianzar como titular.

Andrés D'Alessandro rindió por debajo de lo esperado. Falto de ritmo, aportó un solo gol en 29 partidos y registró dos asistencias.

Pablo García vistió la distinguida dorsal en la temporada 2019/20 hasta la llegada de D'Alessandro. No logró consolidarse y se fue en el segundo semestre a jugar en la B de Brasil. En total dejó dos asistencias en 14 partidos con la 10.

Rodrigo Amaral tuvo altas y bajas en el tricolor. Tuvo la 10 entre la temporada 2018/19 y parte de la 2019/20 (29 PJ, 6G y 5A). Su último recuerdo es de cuando sufrió una lesión y al año siguiente se marchó libre a Fénix.

Pablo "Pitu" Barrientos heredó la camiseta de Amaral, pero nunca se terminó de consolidar. Disputó con ese número 10 partidos (los dos primeros lo hizo por Libertadores con la 14) y asistió tres veces.

Tabaré Viudez fue irregular en Nacional. Usó la 10 en varios períodos. Pero en su última etapa en la institución produjo 11 goles (cinco tantos y seis pases de gol) en 41 partidos. 

Martín Ligüera es otro de los que usó el número en distintas ocasiones. Registra las mejores cifras del listado: tiene 17 goles producidos (nueve goles y ocho asistencias) en 44 encuentros de la temporada 2016/17.

Ignacio González empezó mejor de lo que terminó. Generó nueve goles (cinco anotaciones y cuatro asistencias) en 35 apariciones cuando pasó a usar la 10.

Richard Porta fue otro de los que tuvo peor ciclo cuando cambió a la 10, en lugar de la 9. En esa etapa llegó a cuatro goles y dos asistencias (15 presencias).