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Maxi Cantera: el “hambre” en Venezuela, su paso por Peñarol y la idolatría por Cristiano Ronaldo

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Maximiliano Cantera. FOTO: Francisco Flores.

ENTREVISTA

"Muchos no se dan cuenta de que los jugadores de fútbol somos personas, seres humanos, que tenemos sentimientos y problemas", dijo el futbolista a Ovación.

Maximiliano Cantera. FOTO: Francisco Flores.
Maximiliano Cantera. FOTO: Francisco Flores.

Maximiliano Cantera hizo feliz a un taxista en Venezuela con solo US$ 5. Iba camino al hospital con su hijo, que recién llegado al país había sufrido un ataque de vómitos, cuando el hombre, sorprendido por la propina, no dudó en agradecerle el gesto: “Me salvaste cinco meses de trabajo”.

Su misión era encontrar un remedio para salir lo antes posible del mal rato. Estuvo horas y horas buscando, cuando en Uruguay la solución le hubiese tardado menos de dos minutos en una farmacia.

Debido a la escasez, por la fuerte crisis social y económica que atravesaba el país, todo se le hizo más tedioso. “Íbamos al súper, hacíamos un surtido de un carro y veíamos que las familias se llevaban un litro de leche. Las cosas subían todos los días, la gente te miraba como diciendo ‘este es rico’ y corrías el riesgo de que te robaran. No me lo contó nadie, yo lo viví: la gente pasaba hambre”.

Eso le pasó en 2018. Pero este año su realidad cambió por completo. Fue goleador y figura de Deportivo Maldonado, que clasificó por primera vez en su historia a la fase 2 de la Copa Libertadores. “Logré hacer un campeonato muy bueno, el equipo se metió en copa y sueño con que venga algo para hacer una diferencia económica afuera del país o donde sea. También soy consciente de que el fútbol tiene cosas buenas y otras no tan buenas y que te tenés que adaptar a lo del momento. No tendría drama de quedarme y seguir defendiendo a Deportivo, que confió en mí. Estoy contento en donde estoy”, reconoció el futbolista a Ovación.

Maxi Cantera en Liverpool - Deportivo Maldonado. Foto: Leonardo Mainé.
Maxi Cantera en Liverpool - Deportivo Maldonado. Foto: Leonardo Mainé.

Le hizo tres goles en el año a Nacional -uno en el Apertura y dos en el Clausura- y volvió a ilusionarse con la posibilidad de salir al exterior, tras una experiencia atípica en Deportivo Táchira de Venezuela y un frustrado paso por Italia, donde no supo adaptarse.

“Me fui con 18 años recién cumplidos derecho de mi pueblo (Los Cerrillos) a Italia para hacer una prueba. No era como ahora; había una sola computadora en todo el hotel y los guardias la usaban. A veces bajaba y no tenía lugar y pasaba días y días sin comunicarme. Era la época de Facebook por computadora, no tenía WhatsApp, entonces no estaba comunicado. Estuve tres meses porque me quise venir. En el club (Bologna) me iba muy bien y estaban muy contentos conmigo. El problema era después: a las cuatro y media o cinco ya era de noche y era una eternidad”.

"Me la jugué y me salió mal", dijo sobre su pasaje por Nacional

Maxi Cantera, ahora con la camiseta de Deportivo Maldonado. FOTO: F. Flores.
Maximiliano CanteraTiene 29 años.

Eran épocas en las que el televisor era su único entretenimiento. Y frente a las pantallas pocos jugadores podían atraparlo tanto como Cristiano Ronaldo, que en ese momento vestía la camiseta de Real Madrid. “Mí único ídolo hasta ahora es Cristiano Ronaldo. Me gustó siempre. Jugaba y me sentaba a mirarlo. Para mí, es el mejor de todos los tiempos. Me peleo con mis amigos que defienden a Messi, porque nadie discute lo que es, pero si me das a elegir uno, lo elijo a Cristiano”.

La experiencia en Nacional

Maxi Cantera. FOTO: Estefanía Leal.
Maxi Cantera. FOTO: Estefanía Leal.

Cantera jugó media temporada en Nacional, club del que siempre fue hincha, aunque no llegó a rendir como esperaba.

Eligió, de todas formas, quedarse con lo “bueno”, pese a que en su regreso al Gran Parque Central gran parte del estadio prefirió insultarlo. “Tenía que competir por un lugar. Obviamente uno quería jugar, pero a la vez éramos 33 jugadores en el plantel y había cuatro por puesto. No llegué a tener la confianza que hoy tengo en el Depor porque si el equipo no ganaba, como había tantos jugadores, capaz que me tocaba salir y yo antes siempre había jugado en los equipos que estuve. El fútbol va todo en la motivación y en la cabeza, sin dudas”, señaló. “Me la jugué y me salió mal. Pero no me arrepiento. Estoy contento de haber jugado en Nacional. Y tranquilo, porque eso también me impulsó a lograr este año tan bueno que tuve y a seguir en el ruedo, que es lo más importante”.

"No se dan cuenta de que los jugadores de fútbol somos personas, seres humanos, que tenemos sentimientos y problemas"

Maxi Cantera, ahora con la camiseta de Deportivo Maldonado. FOTO: F. Flores.
Maximiliano CanteraAnotó 12 goles en el Uruguayo

En su vuelta al Depor, volvió a recuperar la confianza. Los resultados lo acompañaron y cerró así el mejor año de su carrera hasta el momento. Hizo jugar, marcó la diferencia en la pelota parada y terminó la temporada con 12 goles en 33 partidos -más que cualquier otro jugador de su cuadro-.

Su director técnico, Francisco Palladino, se ha cansado de deshacerse en elogios hacia Cantera, a quien denomina el “líder futbolístico” del grupo. También le ha llegado el reconocimiento de los hinchas: “Un día fui a un lugar a almorzar y cuando iba a pagar me dijeron: ‘No, esta invito yo. ¡Vamo’ el Depor’. El fútbol tiene sus cosas”, dijo entre risas.

Su paso por Peñarol y las "pasiones" que mueve el fútbol

Corría el año 2011 y Maximiliano Cantera era figura en juveniles. Defendía la camiseta de Peñarol y desnivelaba en Quinta como número 9. El 10 de mayo de ese año cumplió la mayoría de edad y su representante Pablo Bentancur le ofreció ir a probar suerte a Italia. El chiquilín le respondió que sí, ilusionado, y regresó a los tres meses sin pena ni gloria. “De Juventud de Las Piedras pasé a Peñarol. Jugué en Quinta y principios de cuarta, antes de ir a Italia, y salí goleador en inferiores. Ahí, cuando me sacó Bentancur y me fui mal del club, los dirigentes nunca entendieron que yo era un gurí y que no tenía la culpa. Pero es todo aprendizaje. Algunas cosas son buenas, otras no tanto”.

En pleno crecimiento, apenas tomó conciencia de lo que estaba haciendo. Le fue difícil por el encierro y la lejanía de su casa. Pero ahora que ya pasó el tiempo, se siente preparado para volver a intentarlo en caso de que se presente la oportunidad: “El fútbol tiene esas cosas. Por eso hay veces que tenés que ser muy fuerte de cabeza porque si no, no podés aguantar. Muchos no se dan cuenta de que los jugadores de fútbol somos personas, seres humanos, que tenemos sentimientos y problemas y al día siguiente tenemos que ir a entrenar”.

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