CERRO

Luca Núñez, el botija de 20 años que fue ascendido en los primeros días de este mes al primer equipo de Cerro por Juan Jacinto Rodríguez continúa en el CTI del Hospital Italiano tras sufrir un accidente a tres cuadras de su casa en Nuevo París. Regresaba en bicicleta del gimnasio y chocó con un ómnibus. El plantel albiceleste está destrozado porque a pesar del poco tiempo que llevaba el joven de 20 años con ellos, ya se había metido en el corazón de todos.

Luca, que jugaba en Tercera, participó en una práctica porque había varios futbolistas lesionados y Juan Jacinto decidió subirlo. Apenas unos días después fue titular en el empate 2 a 2 frente a Progreso en el Tróccoli por la tercera fecha del Intermedio. Y repitió en la derrota ante Plaza Colonia en el Prandi. “No se notó para nada que recién había subido. Mostró mucha personalidad y confianza, a pesar que le tocó debutar en un momento muy complicado para nosotros. Y tiene una excelente pegada”, contó el “Gato” José Luis Tancredi.

Parece que la personalidad es un asunto de familia. Es la que han demostrados los padres de Luca, Andrés y Vanesa así como su hermana Agustina, quien también juega al fútbol en la Sub 17 femenina de Liverpool e integra la selección uruguaya Sub 17. “La verdad: me saco el sombrero con los padres. Si yo no estoy cuando dan el informe médico en el CTI o no está ninguno de los compañeros, enseguida nos mandan un mensaje”, agregó el capitán albiceleste, que fue el primero en enterarse del accidente el lunes pasado. “Estaba en el cumpleaños de mi esposa, como a las 11 de la noche, cuando me enteré. Enseguida llamé a la mamá y me fui para el Italiano. Después empecé a llamar a los compañeros, pero estaban todos durmiendo. La mayoría se enteró a la mañana siguiente en el entrenamiento”.

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Como sucede cada vez que un futbolista es ascendido y hace su primer contrato como profesional, Luca soportó el corte de pelo. Además, Toto -el utilero- les hace cumplir una especie de prenda en el primer viaje. Los nuevos tienen que hablar, cantar o bailar en el ómnibus. A Luca le tocó en su segundo partido, en el viaje rumbo a Colonia, para enfrentar a Plaza. “Se subió a un asiento y cantó. Un rap de esos que escuchan ellos. Yo le pedí una cumbia, pero no tuve suerte”, contó Toto. “Es un botija muy bueno y humilde. A veces te suben a cada pícaro... Pero Luca es muy callado y muy bueno”, insistió el utilero, que es el alma del Tróccoli.

En Cerro están muy agradecidos con las colaboraciones que han recibido, por la cantidad de jugadores que se han puesto a disposición y de clubes que han regalado camisetas para subastar. Y no solo de fútbol. Federico Babosi, el capitán de Aguada, también envió una firmada por todos los jugadores. El colectivo Abitab número 113605 está abierto. El dinero recaudado se entrega directamente a los padres de Luca, gente trabajadora que lleva una semana en el Hospital Italiano.

Ayer hubo buenas noticias: Luca empezó a mover los pies y abrió los ojos. Pero su estado sigue siendo delicado.