A Diego Polenta lo machacaron incontables veces. Las críticas han desfilado por su estado físico, su temperamento aguerrido, su falta de velocidad en el pique largo y hasta alguna arriesgada de más en la salida con pelota por abajo.

A Daniel Bocanegra lo cuestionaron en un principio por su falta de ritmo, su baja efectividad en los tiros libres, sus dificultades para defender en el juego aéreo y hasta hubo palos que le cayeron por ocupar un cupo de extranjero en el plantel y no mostrar resultados satisfactorios en el inicio del año.

Lo cierto es que, desde la salida de Fabián Noguera a esta parte, tanto uno como el otro han aprendido a convivir en la cancha, pese a tener características diferentes, y hoy sus titularidades en Nacional, con un paro del fútbol en el medio, ya no están más en tela de juicio.

A su tiempo, el capitán y el zaguero colombiano fueron conformando una pareja exitosa que se acopla perfectamente para manejar los tiempos del partido, apenas unos metros más adelante del arquero Salvador Ichazo. Lo curioso, eso sí, es que pese a ubicarse lejos del arco rival, muchas veces son ellos mismos los responsables de iniciar las jugadas del equipo que terminan en peligro de gol.

Incluso, aprovechan esa visión de juego que los caracteriza naturalmente para saltar escalones para romper líneas sin la necesidad de que la elaboración pase por la mitad de la cancha.

No hace falta escarbar más de cinco días. Basta con hacer un repaso del partido contra Racing el pasado jueves para observar cómo Polenta aprovechó su faceta creadora para mandar pelotas cruzadas y convertirlas en pases, aunque, en general, su actuación fue discreta.

Estefania Leal/Archivo El Pais

Las pinceladas de Bocanegra quedaron a la vista en sus números: 100% de efectividad en la entrega de pelotas a sus compañeros. Ni un solo fallo sobre un total de 50 pases. Y eso que era esperable algún error puesto que los jugadores estuvieron casi un mes sin partidos oficiales.

Desde su debut contra Boca Juniors en Libertadores, esta dupla completó los 90 minutos en sus siguientes partidos, salvo el pasado jueves cuando el capitán de Nacional recibió una segunda tarjeta amarilla a los 61 minutos. La expulsión obligará al entrenador Álvaro Gutiérrez a desarmar una sociedad que, a juzgar por lo individual, le ha dado resultado.

Desde lo colectivo, en cambio, están en el debe: suman seis empates y un triunfo en los últimos seis jugados.

Foto: Estefanía Leal.

Obligado reglamentariamente a cambiar a su pareja de centrales, Gutiérrez tiene un cambio cantado que ya ensayó el pasado jueves contra Racing.

Franco Romero tuvo su debut con la camiseta de Nacional tras un mes y monedas marginado por un desgarro y ahora se perfila con fuerza para reemplazar a Diego Polenta y ser la primera opción de cambio junto a Daniel Bocanegra en la zona central de la defensa.

“Me gustaron sus minutos. Estoy tranquilo de que si es él el sustituto de Diego Polenta, está teniendo buen rendimiento”, aseguró el DT a la radio Sport 890.

El mediapunta Gonzalo Carneiro ya está apto físicamente para jugar el próximo domingo frente a Cerro, según confirmaron ayer Diego Polenta y Álvaro Gutiérrez en diferentes emisiones radiales. Se había lesionado el pasado 1° de agosto.