Debut agridulce para Lucas Morales en Olimpia: convirtió un gol agónico, pero sufrió una derrota inesperada

Redacción El País
Después de despedirse de Nacional tras la final del Torneo Intermedio ante Peñarol, Lucas Morales no tardó en ponerse otra camiseta. En cuestión de horas, armó las valijas y se sumó a Olimpia de Paraguay, donde este domingo tuvo un debut agridulce.

Con el uruguayo como titular, Olimpia lo ganaba 2-0 y parecía tener el partido controlado ante Sportivo Trinidense por la segunda fecha del Torneo Clausura paraguayo. Pero el encuentro tuvo un giro inesperado cuando, poco antes del descanso, se lesionó el arquero Gastón Olveira, lo que obligó al técnico Fabián Bustos a improvisar con Lucas Verza bajo los tres palos.

El descuento de Ronaldo Báez al primer minuto del complemento encendió las alarmas. Y los goles de Néstor Camacho —a los 67 y a los 79, este último de penal— completaron una reacción furiosa del local para dar vuelta la historia y ponerse arriba 3-2.

Pero ahí apareció Morales. En su primer partido con la camiseta franjeada y ya en el tramo final, el exjugador tricolor se proyectó al área y, tras un centro desde la izquierda, anticipó en el segundo palo para igualar el marcador 3-3 a los 85 minutos. Fue un momento clave para él y su equipo, que parecían rescatar un punto de manera milagrosa.

Sin embargo, la historia no terminó bien. A los 90+5, Tomás Rayer firmó el 4-3 definitivo para Trinidense y dejó a Olimpia con las manos vacías. Así, el estreno de Morales tuvo de todo: gol, emoción y una dosis inevitable de frustración.

El lateral derecho llegó a Olimpia a préstamo desde Nacional por un cargo de US$ 150.000, con una opción de compra por un millón de dólares —monto al que se le descontará la parte de la cesión—. Para que su compra se ejecute debe jugar al menos el 60% de los minutos del equipo.