Corinthians no fue un buen dueño de casa

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LUIS CABRERA

Como si enfrentar al poderoso "Timao" no fuese suficiente, Racing luchó contra otras adversidades en San Pablo.

Reconocer el campo de juego fue el primer problema.

Corinthians no cumplió con su compromiso de realizar las gestiones necesarias y Racing debió conseguir los permisos ante la Municipalidad sin asistencia alguna. Lo peor, sin embargo, ocurrió con el Hotel Pestana.

Racing había pagado por adelantado dos noches, pero tres horas antes del juego se les informó que debían desalojar las habitaciones.

"Alguien, quizá con algún vínculo con Corinthians, canceló la segunda noche a nombre de Racing", explicó Juan Ceretta, delegado albiverde.

Sólo la exitosa intervención del Consulado Uruguayo logró evitar que los jugadores racinguistas marchasen al partido con las valijas al hombro.

Los "fieles" del Corinthians taparon la cancha con el humo de sus cohetes y, junto a ellos, Marisa Letícia, la esposa del presidente Lula Da Silva, aplaudió la salida del equipo que tiene el "apoyo oficial".

Sin embargo, al minuto, Martín Cauteruccio enmudeció a todo el Pacaembú.

El sueño uruguayo no pudo ser porque Elías anotó dos veces para dar vuelta el juego.

Según "Lance" se trató de un debut "sufrido" y "O Estado do Sao Paulo" concordó: "Fue más duro de lo que el simpatizante albinegro esperaba".

"Tuvimos muchos problemas para atacar", declaró Menezes, entrenador del "Timao".

La expulsión de Flores y los chispazos de sus talentosos fueron suficientes para dejar sonriendo a la primera dama.