Desde que la delegación de Uruguay pisó suelo coreano, tal como era de esperar, el embajador de nuestro país en Seúl, Dr. Nelson Chaben, no se separó de los celestes ni por un instante.
Es que, aparte de su condición de diplomático, pesa en este caso el sentimiento y la vocación de verdadero hombre de fútbol, que en filas de Bella Vista cultivó con constancia y abnegación durante largos años.
De ahí, incluso, es donde nace la confianza que tiene con el actual técnico celeste, porque como contó Chaben, "nos une una amistad que viene desde mucho tiempo atrás; desde que el maestro empezó su carrera como técnico en las inferiores de Bella Vista y yo también era dirigente en esas divisionales. Me acuerdo que una vez tuve un lío bárbaro en la directiva, porque el maestro quería ganar $ 6.000 mensuales y como recién empezaba, los dirigentes de arriba no querían pagárselos. Por suerte se arregló e hizo un buen trabajo".