EN EL GOYENOLA

Cerro Largo venció 3-0 a Liverpool en el Estadio Raúl Goyenola por la tercera fecha del Torneo Clausura. El conjunto arachán, que llegaba con dos puntos en igual cantidad de juegos, obtuvo su primera victoria en el torneo doméstico. A los 27 minutos de juego, Otormín aprovechó un error en la salida de Liverpool y venció a Lentinelly, luego Di Yorio amplió la ventaja y Cayetano la cerró de cabeza. El negriazul perdió el invicto tras empezar con puntaje perfecto. 

Desde el inicio del partido el protagonismo lo tomó el conjunto negriazul, que con su habitual tenencia de balón empezó a aproximarse al arco del local: a los siete minutos Federico Martínez tomó la pelota en el sector ofensivo y remató a distancia. El disparo se fue rozando el ángulo derecho del arco defendido por Alexander Domínguez. 

A los 20 minutos llegó una nueva ocasión de peligro para los dirigidos por Jorge Bava: Martínez descargó hacia la derecha para Martirena y el jugador remató al palo derecho de Domínguez, pero el ecuatoriano intervino con seguridad. 

Siete más tarde, Otormín aprovechó un error en la salida de Liverpool, ingresó al área y, tras eludir con clase a Chocobar con un doble enganche, remató al ángulo derecho de Lentinelly para marcar el primero.

A los 33 minutos pudo haber llegado el 2-0 de Cerro largo con una gran triangulación: Otormín le cedió le pelota a Beltrán, este abrió para Di Yorio y, tras su remate, Domínguez contuvo con seguridad demostrando por qué es un arquero de selección. 

En el complemento el equipo de Danielo Núñez estuvo lejos de refugiarse en la ventaja parcial obtenida y fue por más apelando a su poderío ofensivo: a los 64 minutos y tras un centro desde la derecha de Mauro Estol, Emanuel Beltrán bajó la pelota de taco y Di Yorio apareció dentro del área chico para marcar el 2-0 con un toque corto.  

A los 88 minutos de juego llegó el tanto que sentenció la goleada: tras un centro de Estol desde la derecha, Cayetano ganó en las alturas y colocó el balón en el palo derecho del arco de Lentinelly, que nada pudo hacer para detenerlo por la dirección que llevaba.