Nacional necesitaba respuestas y las encontró en su técnico. Pablo Peirano, que llegaba al partido contra Liverpool cargando todavia algún cuestionamiento, terminó recibiendo aplausos. El 3-1 en el Gran Parque Central no fue solo un resultado; fue el respaldo a decisiones que transformaron las dudas en confianza y que confirman que, pese a trastabillar, el entrenador tiene el pulso del equipo.
1) Uno de los movimientos más significativos lleva la firma de Nicolás Lodeiro. Peirano lo pidió, aprobó su regreso con 36 años y le abrió las puertas en medio de la discusión por la “superpoblación” del mediocampo. Lo adaptó por la banda izquierda y, frente a Liverpool, lo sostuvo los 90 minutos en cancha.
El resultado fue decisivo: primero asistió a Nicolás López en el gol del empate y luego tuvo incidencia directa con otro centro en el segundo festejo tricolor de la noche. Sobre el final, terminó corrido a la derecha tras el ingreso de Juan Cruz de los Santos.
Hace un mes, el propio DT lo definió así: “Está muy distinto de cuando llegó. Cuando ingresa, aporta, es un jugador versátil que te permite jugar por el centro, por fuera, se ubica bien para defender, con su experiencia nos dio mucho”.
2) El otro gran acierto de la noche estuvo en el mediocampo. Peirano rompió con el 4-2-3-1 habitual y se la jugó por un tercer volante de marca: Lucas Rodríguez, a quien conoce desde la época en que dirigía en Mannucci de Perú. Lo ubicó junto a Christian Oliva y Luciano Boggio y sacrificó a Lucas Villalba para fortalecer la recuperación. La apuesta le dio resultado en una mitad de cancha que se jugó con dientes apretados y que Nacional terminó ganando en intensidad.
3) El caso de Nicolás “Diente” López también refleja un acierto en la lectura del entrenador. Lo esperó hasta el final de la semana, diseñó trabajos pensando en Maximiliano Gómez y Gonzalo Carneiro como dupla de ataque, pero terminó confiando en la palabra de su goleador. El delantero le respondió con un gol y con una visión que, otra vez, aportó un diferencial al frente de ataque.
Más allá de lo táctico, hay un rasgo que explica el presente: 4) la conexión con el plantel. Cuando trascendió que en una reunión con la directiva, Peirano supuestamente había señalado a “jugadores que no iban más”, fue el propio DT quien llamó a Ovación para aclarar la situación. “Los jugadores tienen la mejor conmigo. Es una injusticia. Yo jamás expuse ningún nombre. En lo que pone la energía este cuerpo técnico es en tener un vestuario con valores. Los jugadores para nosotros son sagrados”, explicó entonces.
Ese respaldo se tradujo en la recuperación anímica tras la derrota clásica, algo que Luciano Boggio, por ejemplo, reconoció a este medio tras vencer a Liverpool: “Nos dolió muchísimo el partido clásico. El grupo lo sacó adelante: supimos aceptar la derrota, fuimos muy humildes a partir de ahí y el desahogo va por eso”.
Entre otras virtudes que refuerzan los puntos a su favor, está el borrón y cuenta nueva. El ejemplo aplica a los laterales, ya que eligió a Emiliano Ancheta y a Diego Romero por encima de refuerzos, como los colombianos Juan Pablo Patiño y Hayen Palacios. Tampoco trabó la salida de Lucas Morales rumbo a Olimpia en el último mercado de pases.
Peirano hizo debutar al juvenil Agustín Dos Santos, que se lució con dos goles en un amistoso con Paysandú FC, y habitualmente lo mantiene entre las convocatorias. Además, empezó a ganar partidos que en los papeles eran accesibles, pero que a su antecesor le costaron en el último tiempo. Basta recordar que con Martín Lasarte Nacional hizo apenas 13 de 27 puntos en el pasado Apertura.
4) Los números completan la radiografía. Ningún entrenador en la historia del club había debutado con 11 triunfos consecutivos en el Campeonato Uruguayo. Fue el primero en sumar 21 de 21 en un Intermedio perfecto. Y el registro general a nivel local también impresiona: 21 partidos dirigidos por el Uruguayo, con 18 triunfos, dos empates y solo una derrota -el clásico con Peñarol-. De 63 puntos posibles, logró 56, con una efectividad del 88,8%.
El triunfo ante Liverpool ratificó una tendencia: Peirano no solo toma decisiones, sino que también obtiene respuestas. Las críticas parecen haber quedado atrás. Y el sábado, después de que ganara un partido determinante, sus elecciones se aplaudieron.
“Fue un partido importante por la forma. Dimos vuelta un resultado y eso es muy bueno, pero hay que seguir en este camino. Esto nos tira para adelante en el buen sentido, así que a seguir construyendo el próximo partido con trabajo”, dijo el DT tras la victoria en el Gran Parque Central.