ENTREVISTA

Alejandro Cappuccio pasó de estar en uno de los lugares de mayor exposición en el país a refugiarse en el silencio. Tras su salida de Nacional, se marchó sin decir nada. Se alejó de los micrófonos y prácticamente desapareció. Recién a fines de diciembre comenzó nuevamente a hablar con los medios y a entregar explicaciones de lo que fue su corta pero intensa estadía en el club como entrenador.

Mientras se prepara para saltar al ruedo nuevamente, en el medio local o en el exterior, asegura que al menos hoy no se imagina nuevamente tricolor. Eso sí, ya pasado el tiempo, hizo un minucioso análisis de lo que fue su trabajo como DT: en qué falló y los factores que le jugaron en contra para no poder plasmar su idea de juego. Además, argumenta por qué no habló durante este tiempo.

Asimismo también se refirió a algunos jugadores de Peñarol que valoraron su pasaje con él por Divisiones Formativas.

A continuación, un resumen de la charla con Cappuccio.

-Pasaron cuatro meses para que vuelvas a hablar tras tu salida de Nacional. ¿Por qué?

-Me fui el veintipico de agosto de Nacional y hablé a fines de diciembre porque quería que terminara el campeonato y que pasaran las elecciones. Yo soy un agradecido a Nacional, entonces sentí que esa era la forma de cuidar al club y que no se malinterpretara ninguna respuesta que pudiera dar.

-¿Te dolió algo en particular en el medio por lo que decidiste no hablar?

-No, no. Fue solo para cuidar a Nacional y ser agradecido.

-¿Qué balance hiciste de tu ciclo en Nacional ahora con el paso del tiempo?

-Que no fue, en resultados, todo lo que esperaba; pero de todas maneras hay muchos atenuantes que no se han tomado en cuenta para el análisis que se dieron desde el principio. Nosotros debutamos en Copa Libertadores a la semana de haber empezado a trabajar y se ganaron dos partidos, se empataron dos y se perdieron dos. Se quedó a un punto de Universidad Católica. No es una buena campaña, pero se quedó a un punto de clasificar. En el último partido si Católica hubiera empatado con Atlético Nacional hubiéramos salido segundos. Eso en cuanto a lo internacional, pero dentro de esos partidos lo que no entra en el análisis es que tuvimos 11 casos de covid-19, donde demoraron más de 30 días en volver bien, que tuvimos la fractura de cráneo de Felipe Carballo que para mí es el jugador más completo que tiene Nacional. En el Apertura salimos segundos. Sí, a siete puntos de Plaza pero todos sabíamos que a Plaza le iba a costar mucho mantenerse. Y Peñarol quedó un punto abajo nuestro. No clasificamos en Sudamericana, no ganamos el Apertura, por tanto los objetivos no se cumplieron. Lo que sí, una de las cosas por las que a mí me contrataron fue por el Campeonato Uruguayo y en el momento que yo dejo de ser el DT estábamos segundos.

-¿Esos atenuantes los conversaste con José Decurnex cuando te comunicó que no seguías?

-No, pasa que yo hablaba todos los días con él. No había que hacer una puesta a punto, pero bueno… Tomé un plantel de 36 jugadores y ese fue el gran error. Porque entraban 11 y quedaban 25 afuera. Eso fue totalmente negativo.

-¿El detonante para tu salida fueron los clásicos de Sudamericana?

-No, yo creo que fue no haber ganado el Apertura. Si ganábamos el Apertura los clásicos de la Sudamericana en el correr del año se iban a ir disipando. A mí en Nacional me pidieron que el clásico a ganar era el del Apertura porque hacía 92 años que no se jugaba en el Gran Parque Central.

-Ganaste dos clásicos de tres, en el balance los números son buenos, pero la eliminación de la Sudamericana dejó otra sensación.

-Cuando no es para uno, no es para uno. Fijate que termina la Sudamericana y quitan el gol de visitante. Pero bueno, ya pasó.

-¿Te pasó factura en algún momento ser un DT de corta trayectoria y no haber sido jugador profesional? ¿Eso tal vez te podría haber dado otro respaldo?

-No, me pasó factura el haber empezado a jugar rápido, los casos de covid-19 y los tres jugadores (Sergio Rochet, Camilo Cándido y Brian Ocampo) que fueron a la selección por 40 días y en el mejor momento de Ocampo. Ahí perdimos puntos con Cerro Largo, Rentistas y Boston River y después no volvieron bien. Esos fueron los principales motivos.

-Además de lo extenso del plantel, ¿cambiarías algo más de tu pasaje por Nacional si pudieras volver el tiempo atrás?

-Al haber asumido en abril, yo no pude elegir jugadores salvo Gonzalo Vega, que no pude utilizarlo como quise producto de la superpoblación de delanteros que teníamos. La próxima vez intentaría elegir algún jugador más y a su vez limitar el número de jugadores y tener semanas de trabajo para poder establecer previamente el modelo de juego y no en competencia.

-En ese plantel largo, ¿cómo hacías para dejar en el banco jugadores de la talla de Andrés D’Alessandro?

-Hablando con todos. El tema es que no solo es con los que quedaban en el banco. También con los 15 que quedaban fuera del banco. Iban 10 al banco, pero 15 quedaban afuera.

-Antes de tu llegada se discutía si estabas capacitado para pararte al frente de un plantel como el de Nacional. ¿Cómo te sentiste en ese rol?

-Muy bien y a la prueba está la relación que mantengo con varios jugadores y que Gonzalo Bergessio estando con nosotros estuvo en su mayor racha goleadora de toda su carrera.

-¿Te sorprendió que Nacional no le renueve contrato a Bergessio?

-Sin dudas. En los últimos cuatro años fue el goleador del fútbol uruguayo.

-¿Te imaginás volviendo a Nacional en un futuro?

-No, hoy no me lo imagino.

-¿Cómo imaginás tu futuro?

-Hoy estoy preparándome para ser mejor entrenador y para que la próxima propuesta sea buena en un cuerpo técnico que lleva solo tres años en Primera, pero que ya tiene cuatro copas que están en las instituciones: el ascenso 2019, el Apertura 2020 y la copa de vicecampeón uruguayo con Rentistas agregado a la primera clasificación a fase de grupos de Libertadores en toda su historia y la Supercopa 2021 con Nacional que no fue valorada pero que cuando se perdió esa copa fue un problema para el entrenador de turno en Nacional (Gustavo Munúa en 2019).

-¿Hoy tenés ganas de dirigir acá o afuera?

-Ambas. En octubre no me lo planteaba. Cuando fuimos campeones con Rentistas tuve muchas oportunidades y no me lo planteaba. Ahora tras haber estado en Nacional, sí.

-¿Qué tiene que tener un club para que convenza a Cappuccio?

-Que tenga la logística y la infraestructura mínima y que compartamos las expectativas juntos.

-En los últimos días muchos jugadores de Peñarol como Agustín Álvarez Martínez, Ezequiel Busquets y Agustín Canobbio, que vos tuviste en juveniles ahí y en Fénix, recordaron y valoraron tu rol como DT. ¿Cómo viviste eso?

-Me da mucha alegría porque quiere decir que el trabajo que uno hizo en juveniles sirvió para ayudar en algo a su carrera. En Peñarol tuve a Valentín Rodríguez, Agustín Álvarez Martínez, Agustín Álvarez Wallace, Facundo Pellistri, Ezequiel Busquets y poquito pero también tuve a Facundo Torres. También a Nicolás García y Jairo O’Neill que ya están para debutar. En Wanderers tuve a Bruno Méndez, Edgar Elizalde, Bruno Veglio, Nacho Neira, Ignacio De Arruabarrena, Nico Quagliata, Mauro Méndez. En Fénix tuve a Leo Fernández, Emiliano Mozzone, Cristian Cruz, Agustín Canobbio. Eso para mí es una satisfacción muy grande. Lo que pasa es que la inmediatez de resultados tapa todo. Si ganás se valoriza todo y si perdés se desvaloriza todo. El fútbol te da todo y te quita todo en cinco minutos.

-En la previa al inicio de los clásicos, ellos incluso fueron todos a saludarte.

-Sí, claro. Tengo una relación espectacular con todos y son muy buenas personas.