Redacción El País
El tercer y definitorio partido por playoffs de la Divisional Tercera de Ascenso (DTA) entre Capurro y Deportivo Paysandú (estaban 1-1) se suspendió antes de comenzar por incidentes fuera del escenario y el caos predominó por unos largos minutos.

Las únicas 10 personas del equipo visitante habilitadas para ingresar a la cancha de Capurro terminaron encerrándose adentro, cuando una horda de personas identificadas como hinchas del local los atacaron con piedras y armas de fuego (la Policía identificó casquillos de bala en el lugar).

Adentro de la cancha la gente corría y lloraba desesperadamente, según contó a Ovación Tabaré Torrano, directivo de Deportivo Paysandú. Y además contó que un funcionario se descompensó y pensaron que no sobreviviría.

Sobre este hecho puntual, el entrenador de Paysandú Pedro Xavier habló en la Sport 890: “Un amigo estuvo 10 minutos muerto en el piso. Lo reanimaron. Gonzalo Rivas empezó a darle masajes cardíacos, con niños viendo eso”.

El protagonista de la heroica historia es Gonzalo Rivas: jugador de Deportivo Paysandú, hijo del periodista Eduardo Rivas y kinesiólogo de las divisiones juveniles de Boston River, y fue destacado por la Sociedad Uruguaya de Emergencistas (SUE), que además lo invitó a ser socio honorario de la organización.