LA CLAVE
Le duró poco al presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, su anunciada intención de facilitar una baja en el tono del debate político. No pasó una semana que volvió a su letanía habitual, de denunciar la maldad del gobierno, y la superioridad moral de sus huestes. Pero en las últimas horas inauguró una nueva corriente dialéctica en su discurso. Es la que apela a un victimismo feminista, por el cual no se puede criticar a la intendenta Cosse sin caer en alguna forma de machismo violento. Absurdo.