Un muy interesante informe publicado ayer por El País profundiza sobre el cambio político que ha vivido Chile. Allí se pasó de una revuelta popular a un gobierno de izquierda radical. Esa izquierda intelectualoide, frívola, anticapitalista por pose, y que prometía generar una sociedad idílica, multicultural y con justicia para “todes”. La consecuencia después de cuatro años es estancamiento y polarización. Y la inminente llegada del gobierno más a la derecha desde Pinochet.