LA CLAVE
Para gran felicidad de la troupe aplaudidora local, Lula da Silva será el nuevo presidente de Brasil. Como si la llegada de alguien rodeado de una aureola de corrupción de escala industrial fuera poco, se comenta que su canciller volvería a ser Celso Amorim. Amorim fue una figura funesta para toda América Latina. Y en Uruguay protagonizó un episodio trágico, cuando vino especialmente a frustrar la chance de un TLC entre Uruguay y EE.UU. que impulsaba Tabaré Vázquez. Hay que tener memoria.