Es un juego peligroso el nuevo paso dado por el gran “bully” de estos tiempos; el actual ocupante del palacio del Kremlin. El Presidente dijo, o más correcto sería decir, amenazó a Polonia durante una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia. Anunció que de producirse un ataque a su adláter Bielorusia, el hecho sería considerado una agresión contra Rusia. Ni más ni menos.

No es novedad que Putin utilice a los demás como pretexto para sus propios intereses. En el 2022 usó a Bielorusia para la invasión a Ucrania en el mes de febrero. Los invasores lo imaginaron como una rápida “passegiatta” mientras el mundo quedó estupefacto, con la esperanza de que la pesadilla acabara pronto. Pero del lado invasor (Rusia) había un implacable y del invadido, (Ucrania) un maximalista. Ya van 15 meses de destrucción, sangre, dolor, muerte, huérfanos y desplazados.

Occidente se volvió mucho menos belicista luego de decenas de años de prosperidad y de valorar los beneficios de la paz, al punto de que el peso de los presupuestos bélicos en los distintos países fue descendiendo notoriamente a lo largo del tiempo; la mejor prueba de un avance profundo de civilización. Los estados tuvieron cuantiosos montos para otra clase de gastos. Medicina, educación, desarrollo, investigación más ayuda a las naciones pobres, y más progreso. Aunque con sus más y sus menos, las ventajas de vivir sin guerras mayores se hizo palpable, a excepción de la industria armamentista que o tuvo que reinventarse o buscar otros mercados. Ahora a escalada armamentista volvió a trepar en la mayoría de los países.

El líder ruso le anunció al gobierno polaco que una agresión a Bielorusia sería interpretada como una intromisión en contra de la Federación Rusa. O sea, si los polacos sufren ataques desde Bielorusia que no se les ocurra perseguir a los atacantes, asegurándoles refugio en Bielorusia. La declaración del líder ruso se basó en el pretexto de que hubo un despliegue de unidades militares por parte de Polonia, al detectar la presencia de mercenarios del grupo Wagner cerca de su límite. La provocativa actitud del ruso apunta alto ya que Polonia, es miembro de la OTAN y de la UE. Quiere decir que una embestida contra ese país soberano, lo sería contra toda la alianza atlántica.

Cabe preguntarse el porqué de esta declaración. Distintos objetivos. Pueden haber e hipótesis varias. Una sería enviar a los mercenarios a Polonia para actuar a sangre y fuego frente a los polacos que solo podrían repelerlos dentro de su territorio, al igual de lo que sucede con los ucranianos.

Otra suposición bastante diabólica sería que el plan ruso sea desembarazarse de estos mercenarios que le han causado problemas, sabiendo que los polacos van a defender con determinación a su patria, sacándole así de arriba, la complicación que el tal Pregozhin y sus huestes le han provocado.

Otra posibilidad es la jugada que los mercenarios no se les considere como parte del ejército oficial ruso y por lo tanto la Otan no justifique en esa circunstancia, la aplicación del artículo N° 5. (el ataque a uno de los miembros es un acto contra todos sus integrantes)

A la vez, otras declaraciones de Putin encierran una incitación a los polacos a recuperar ciertos territorios que en una época fueron parte de su reino, una mecha incendiaria. Así como ha esgrimido para justificar su invasión a Ucrania a la aparentemente loable misión de liberarla de los nazis, implanta la idea de que los líderes polacos piensan hacer una coalición para interferir directamente en Ucrania para así recuperar territorios históricos, hoy en parte del oeste ucraniano a resultas del acuerdo de Yalta. Rusia quiere atribuirle a Polonia y Lituania la intención de formar una agrupación de fuerzas regulares para ocupar esa zona.

Debe ser preocupante, en especial para Polonia, recordar que fue en ese mismo escenario donde comenzó la segunda guerra mundial, si bien en aquellos tiempos no existía la Otan. Una alianza defensiva creada para disuadir posibles ambiciones de conquista que precipiten los horrores de la guerra. En aquella época, a raíz de la amenaza de conflicto se hizo una alianza entre GB, Francia y Polonia. Sin embargo Polonia fue invadida y destruida, por los alemanes. Al ver Stalin que ni Francia ni Gran Bretaña daban muestras de ayudarla con acciones directas, salvo una declaración de guerra a Alemania, 17 días después ordenó la invasión de las tropas soviéticas por su espalda. El país terminó desmembrado. Y no solo los polacos que lo padecieron saben de esas circunstancias. Putin también.