Los amigos de las falacias

Compartir esta noticia

Si algo caracterizó a la oposición durante el gobierno del presidente Lacalle y la Coalición Republicana fue su disposición a tratar de bloquear todas las iniciativas que surgieran. Y cuando decimos todas es absolutamente todas. Ni de casualidad el gobierno embocó una iniciativa que mereciera el apoyo del Frente Amplio. Sin ningún miramiento y nada de estudio se paró siempre en la vereda de enfrente para marcar diferencias.

El remate final, por lo menos lo que se vislumbra, es su negativa a apoyar los allanamientos nocturnos y, por lo menos una parte de ese partido, le agrega el tema de la seguridad social. Para el Partido Comunista, su copión sosías el Partido Socialista y su brazo negativo más notorio que es y ha sido el Pit-Cnt, les importa un pito que se legisle con seriedad y responsabilidad en un tema que hace a la enorme mayoría de los uruguayos, como es la seguridad social.

Desde hace años se viene constatando un fenómeno demográfico que afecta al Uruguay y a gran número de países y es el paulatino, y aparentemente irreversible, proceso de envejecimiento de su población en base a dos factores: la caída de la tasa de natalidad y el veloz aumento de la esperanza de vida que está creciendo a edades impensables, con el agregado de que la ciencia no descarta superarlas aún más.

Y esa realidad obliga a cambios urgentes en el tema de la seguridad social en nuestro país. El tema demográfico es una realidad que no se puede omitir a la hora de asegurar los próximos años de los uruguayos y la presencia de las AFAP creando el régimen mixto ha sido un elemento que aseguró un panorama más tranquilizador en esa realidad que era incierta.

Tan es así, que durante los 15 años de gobierno frenteamplista no se tocó para nada el sistema de las AFAP, porque es la única solución al tema de la seguridad social. El pope de la economía frenteamplista, Danilo Astori, era categórico en su defensa, porque siempre hubo gente que apostaba a la bobada para dinamitar el sistema jubilatorio y eso era una amenaza muy seria para el país.

“Eliminar el sistema mixto -decía Astori- es una muy mala decisión para el país, que va en el sentido contrario al rumbo que necesitamos. Uruguay necesita una profunda reforma de su sistema de seguridad social, que involucre a todos los principales parámetros que están en juego -edad de retiro; haber de retiro; tasa de reemplazo, esto es, la tasa entre el salario en actividad y la pasividad-, y que tome nota de los cambios demográficos que ha experimentado”.

“Hoy tenemos que trabajar -agregaba- con otras tablas de natalidad, de mortalidad, de esperanza de vida. Hoy, tanto para hombres como para mujeres, la esperanza de vida medida a los 60 años, supera los 80, entonces no podemos seguir con parámetros propios de otra estructura demográfica. Y como parte de esa reforma, tenemos que fortalecer y confirmar el sistema mixto”.

Eso fue lo que hizo este gobierno. Y eso es lo que quieren destruir.

El Partido Comunista y sus pinches, el Partido Socialista y el Pit-Cnt juntaron firmas para bloquear la reforma de la seguridad social aprobada por la Coalición Republicana que coincidía con el pensamiento de Astori y armaron en engendro al estilo Nicolás Maduro, para reventar el funcionamiento pacífico de la sociedad uruguaya.

La reforma que proponen y será plebiscitada en octubre quiere que en el futuro la edad de retiro sea de 60 años como se previó en 1929, que el monto mínimo esté atado al salario mínimo nacional y, sobre todo para los proponentes, que se eliminen las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP), “quedando prohibidos los sistema de ahorro individual con destino jubilatorio”. Sí señor: prohibido los ahorros para la etapa de jubilación de los ciudadanos. Nada de sistemas mixtos para tratar de vivir mejor.

Para calibrar lo que significaría el déficit que vendría de la mano del Pit-Cnt, comunistas y socialistas, el BPS realizó dos equivalencias de lo que sería necesario hacer para absorber el déficit: el IVA debería aumentar del maldito 22% actual al simpático 43.5% o los aportes (personales y patronales) deberían aumentar del 22.5% actual al 56.9%.

Lo insólito de todo esto es cómo puede existir todavía gente que apoya al Pit-Cnt, al Partido Comunista y al Partido Socialista. Buenos no son. Y todavía tienen el rostro de lanzar mañana lo que llaman primera “jornada de agitación” para, “con la verdad sin cucos y sin miedos”, convencer a la ciudadanía de apoyar la papeleta por el Sí el 27 de octubre.

No hay dudas, están en la línea de falacias que practica Maduro.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar