Una vez más, Uruguay se apresta a festejar el "Día del Patrimonio". Una celebración que nació en el año 1995, promovida por el entonces presidente de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, Arq. Luis Livni, quizás inspirado en acontecimientos análogos, como ser el "Día Internacional de los Monumentos y de los Sitios", celebrado desde 1982 al mismo tiempo cada año en todo el mundo.

Cuando Livni invitó a los uruguayos a "descubrir nuestro patrimonio", el acontecimiento era en efecto un "día del patrimonio". Uno solo. Pero desde 2002 se festeja en dos jornadas, considerando que una sola no es suficiente, atento a la magnitud que el tema ha desarrollado.

A trece años del primer "Día" luce oportuno evocar en quiénes se centró el homenaje en cada instancia. En 1996, segundo año, se homenajeó al Arq. Livni, fallecido prematuramente.

En 1997 al profesor Juan E. Pivel Devoto, en 1998 al general arquitecto Alfredo R. Campos, en 1999 al Ing. Luis Andreoni, en 2000 al Gral. José Artigas, en 2001 a los arquitectos Mauricio y Antonio Cravotto, en 2002 al historiador Horacio Arredondo, en 2003 al profesor Lauro Ayestarán, en 2004 al artista Joaquín Torres García, en 2005 al periodista Carlos Solé ("Patrimonio sonoro del Uruguay. El relato deportivo"), en 2006 al Ing. Eladio Dieste y en 2007 a la temática "Culturas afrouruguayas" con Martha Gularte, Rosa Luna y Lágrima Ríos como referentes.

En 2008 el tema central es "Uruguay país de pensamiento" y con ese motivo el próximo sábado 4 y el domingo 5 de octubre se homenajea al destacado filósofo nacional, Carlos Vaz Ferreira, creador de la Facultad de Humanidades y Ciencias.

Ya es costumbre que en estas jornadas salgan a descubrir o redescubrir el patrimonio nacional, miles de personas. Patrimonio que queda expuesto en museos, sitios, lugares no habitualmente abiertos al público, conferencias, exhibiciones y otras múltiples actividades de lo que el presidente de la Comisión de Patrimonio, Arq. William Rey Ashfield, definió como la "fiesta cultural más importante del país".

Los "lugares de andar y de ver", decía José Ortega y Gasset, están señalados en la programación que armó la Comisión de Patrimonio.

Ello oficia como estímulo para que se produzca el ya habitual alud primaveral del público que saldrá a las calles en procura de empaparse de asuntos que otrora no tenía un foco anual.

Un foco que debemos agradecer eternamente a la lúcida visión de Livni, quien empujó a los uruguayos a revalorar lo que tienen. Cosas como los alrededor de 160 museos, que el próximo fin de semana abrirán sus puertas en la forma habitual, pero que seguramente bajo la influencia del festejo recibirán un flujo de visitantes redoblado.

Y por cierto que habrá cosas que únicamente podrán apreciarse en esas jornadas ya que sólo se darán en 2008, como ocurre con asuntos tan disímiles como las evocaciones del filósofo Vaz Ferreira y el desfile de vehículos convocado por los noventa años del Automóvil Club del Uruguay.

Estas jornadas del patrimonio, que cuentan con el auspicio de organizaciones como el Consejo Internacional de Museos (ICOM), se complementan con el Día Internacional de los Museos.

Todo ello apuntando al mismo objetivo: aprender a visualizar debidamente nuestro rico patrimonio cultural y natural.

Patrimonio que últimamente se viene encarando tanto desde el punto de vista tangible como intangible. Es decir, desde el punto de vista de lo que se ve, se escucha o se toca en forma directa y de lo que es intangible o inmaterial, pues consiste en las evocaciones, impresiones y demás reacciones que resultan estimuladas.

El éxito de la edición 2008 ya puede considerarse garantizado y no está demás señalar que para el año 2009 existe una planificación referida a las tradiciones rurales.

En cierto sentido algo emparentado con la propuesta del Intendente de Río Negro, Omar Lafluf, quien propuso crear el "día del trabajador rural".

En 2009 las tradiciones rurales se centrarán en una poesía que viene de lejos en el Uruguay: desde los tiempos de la gesta artiguista hasta nuestros días.