Publicidad

Una buena jugada

Compartir esta noticia

La del candidato frentista triunfante, sin dudas. La elección de la vice. Sorpresiva, levantó polvareda, claro que sí. No obstante fue una decisión razonada y en mi concepto la mejor que pudo tomar dadas las circunstancias.

El ex intendente tiene una oratoria fría (comparado con otros), carente de emoción, la voz tampoco lo ayuda. Cuando enronquece, más que voz parece un zumbido. Necesitaba a su lado alguien con un discurso revulsivo que apelara a las viejas raíces. Que revoleara las viejas banderas, que evocara tiempos de lucha, que volviera a traer al tapete tiempos de represión, tiempos de dictadura. O sea una voz nueva (o desconocida) para repetir viejas consignas.

Discurso que seguramente replanteará esa dicotomía izquierda-derecha, que demoniza al imperio, al capitalismo y que condena al fascismo de diestra.

Que mejor que una vieja militante que sufriera persecución y que al ser mujer no solo cumpliera con la fórmula paritaria sino que potenciara aún más esa pasión.

No le sirve a la coalición un discurso que reconozca errores, enfrentamientos internos, dogmáticos, falencias en educación, seguridad, gasto público, etc. A lo largo de quince años han dejado muchos puntos vulnerables y si bien hay militantes que ya no están y el escenario es otro la coyuntura actual obliga al viejo discurso camisetero, insustancial sí, pero utilitario.

Ese estilo puede servir en un monólogo, en una trinchera donde la reflexión es minimizada, en una arenga, en cambio tiene sus riesgos en un debate. Entendámonos bien, en un debate como debe ser. No un u201cdiálogo de sordosu201d en que se miran de reojo y cada uno parece un locutor pasando comerciales de productos heterogéneos.

Parafraseando una frase tan impertinente como irrespetuosa: Estuvo bien el candidato en desestimar u201cconsejos de octogenariosu201d.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad