@|Nuestro país tiene un clima muy variable. Pasamos de una sequía espantosa de varios meses, a que caiga en dos horas la lluvia que debería caer en un mes. El verano es una estación en la que los habitantes de este territorio se dedican a recargar las pilas yendo a refrescarse a las playas, los que así pueden hacerlo por su situación económica, mientras que otros tratan de hacer algún peso ofreciéndoles a los turistas aquello que han podido obtener. Pero hay otros que elucubran desde sus puestos de comando estrategias para lograr sus fines políticos. Hemos presenciado cómo el presidente de la central sindical se pasó de bando para tener el mismo cargo en el Frente Amplio. Todo esto como una estrategia para lograr derogar los 135 artículos de la LUC, como frente de batalla contra el gobierno.
Todo ello dentro de lo que el FA todavía no ha podido digerir; es decir, haber perdido el gobierno en las elecciones de 2019.
La carencia de líderes que reemplacen al fallecido Dr. Tabaré Vázquez, la retirada del ex-Presidente José Mujica y del Cr. Danilo Astori, la derrota del Ing. Daniel Martínez en las elecciones presidenciales, la disputa entre el PCU y el MPP por el liderazgo del FA, han sido factores para la movida por el referendo.
Realmente, los 135 artículos no son algo que la haya provocado, sino tratar de revivir la movilización de los adherentes de los sindicatos, muchos de ellos afiliados al PCU y luego el acatamiento del FA.
Si bien es sabido que la fusión de estas dos fuerzas suma cero, sus técnicas de penetración ciudadana son de una gran movilidad y persistencia, las cuales deberán ser firmemente contra-restadas por los defensores de la LUC.
La central sindical tiene un gran poder económico que volcará para sostener su prédica contra el gobierno “neo-liberal”. Aquí se debería estar alerta para denunciar desvíos ilegales de las fuentes de financiamiento de la campaña, que estarán principalmente sostenidas por el Pit-Cnt y las Intendencias de Montevideo y Canelones.
Además, no se deberían descuidar los detalles que pueden confundir a aquellos votantes menos informados, como ser el “vender” el “Sí” como defensa de la LUC, o confundir los colores de las papeletas.
Se trata de la lucha por el poder y las encuestas positivas hasta ahora se podrían ver golpeadas por un resultado adverso del referendo. Algo que no se deberá permitir por el falso letargo del verano, más la evolución de la pandemia; tampoco por la agresividad y las medias verdades de los opositores o por la falsa suposición de que el partido está ganado, antes de jugarlo.