AMICA | Montevideo
@|¿Por qué es tan difícil solucionar el problema de la inmigración ilegal?
El mundo está siendo objeto de una avalancha de movimientos migratorios: EE.UU., Europa, Sudamérica.
La explicación que se da es que ello ocurre porque es gente en busca de un destino mejor que no encuentra en sus países. Hay una consciencia y una ley internacional junto con una llamada “Agenda 2030”, que entre sus premisas pone la obligatoriedad de los países que están en mejor situación económica de recibir y dar alojamiento, salud y trabajo a esos millones de personas.
Todo ello suena muy justo y humanitario, pero la cantidad de migrantes ha aumentado a números siderales que incluso superan los habitantes del lugar al que llegan; caso reciente el de la isla de Lampedusa que se encuentra a 113 km de Libia y a 205 de Sicilia que prácticamente ha sido “invadida por barcazas” repletas de inmigrantes ilegales con mujeres y niños, en cantidades superiores a la de la población del lugar.
Aquí hay un dilema de hierro: cómo solucionarlo o por lo menos iniciar un camino hacia esa dirección.
Creo que se está errando en el enfoque. Aquí no hay un solo lado de víctimas: el extranjero que viene huyendo de calamidades políticas, hambrunas y desastres naturales. También hay que considerar y ver como víctimas a los habitantes del país o la región “invadida” por así decirlo, que ven trastocada totalmente su vida y sus costumbres. Nadie habla de ellos como víctimas. Los gobiernos hablan mucho, pero no saben qué hacer. Encerrar a los migrantes en grandes espacios físicos por meses hasta que se encuentre una solución personal, o sea ver si califican o si serán repatriados, tampoco es la solución. Es un tema patético por el dolor y la desesperación que produce en esos seres humanos y es un tema terrible para los habitantes del país, llámese EE.UU., Italia (Lampedusa) o Europa toda, que se ve lentamente afectada en sus costumbres, en sus posibilidades laborales, en su seguridad, etc.
Dar dinero a los países de origen para que retengan a su población tampoco está funcionando. Repatriarlos sólo funciona para los que han ingresado ilegalmente y aún así no es tan sencillo.
No debe ser una cuestión ideológica: la “derecha” quiere repatriarlos y la “izquierda” quiere que ingresen y sean distribuidos en el continente europeo.
Ahora, yo me pregunto: ¿puede Europa o EE.UU. acoger, integrar, dar trabajo, salud, escolaridad a toda África y a casi toda América Latina?
Me parece que ello resultaría imposible por mucha que sea la solidaridad humana existente. Habría que preguntar a cada habitante de esos países que sostienen esto, si están dispuestos a modificar para peor (porque a mayor demanda se produce la escasez o mala calidad del producto llámese salud, educación o trabajo, etc.) su calidad de vida.
Humildemente, creo que la solución pasa por otro lado. A toda la gente de bien le duele la situación de estos países, pero no podemos acoger en casa a todo el mundo. Los gobiernos deben implementar fuertes sumas de dinero (que las tienen y las usan para otros fines) no para dárselas a los gobiernos corruptos de donde estos seres humanos provienen, sino para realizar convenios y tratados, para invertir en forma directa en esos países, en desarrollar sus riquezas naturales, con regulaciones especificas que eviten abusos y exacción de las mismas para fines exclusivamente personales, y por una cantidad de años limitada y suficiente para revertir la situación económica en que viven, con la obligación de educar y dar trabajo a los locales.
Ello provocaría una revolución cultural y económica y sin duda frenaría el éxodo masivo que se observa en todo el mundo, y que solo nos conducirá al empobrecimiento de todos.
Sé que suena ilusorio y quimérico pero los organismos internacionales, que los hay por doquier, deberían empezar a pensar en una solución distinta si es que quieren obtener resultados distintos, y no seguir con más de lo mismo.