Publicidad

Email: [email protected] Teléfono: 2908 0911 Correo: Zelmar Michelini 1287, CP.11100.

¿El Estado o nosotros?

Compartir esta noticia

@|Cada día se hace más notoria la disyuntiva de organización social en cuanto a si los seres humanos debemos depender del Estado y esperar todo de él o si, por el contrario, es imprescindible encarar esfuerzos individuales y colectivos, por iniciativa de las personas, tendientes a generar desarrollo y bienestar a nivel general y particular.

El mundo demuestra con sobrados ejemplos - y varios muy cercanos y cada vez más numerosos en nuestra América Latina - del fracaso de países comunistas o socialistas populistas, en que la conducción del país y el poder está en manos de unos pocos individuos desde hace décadas o años (por ejemplo, Cuba, Nicaragua, Venezuela). Unos pocos poderosos viven muy bien y la mayoría de la población no cubre sus expectativas personales de crecimiento y felicidad.

Otros países y partidos políticos con enfoques similares - ahora llamados “progresistas” - procuran fomentar enfoques similares: el Estado ofrecerá subsidios “compradores” de votos, trabajos inútiles y sin aportes relevantes a la sociedad, ineficiencia y burocracia, perpetuación recurrente de unos pocos en la conducción de los países y similares. Y todo ello a costa de la contribución realizada por los habitantes a través de impuestos, tasas y afines.

Se escucha hablar de la “renta básica universal” (iniciativa que, sin dudas, tiene pros. pero también contras) y de “reformas fiscales” que no tienden a modificar y racionalizar la lógica de los impuestos con mejor distribución de la carga tributaria; sino que a agregar tributos adicionales a los ya existentes y, habitualmente, sobre los mismos “indicadores de riqueza”. En particular, en nuestro país ahora se habla de la posibilidad de reinstaurar el “impuesto a las herencias” por parte del partido de oposición y sus “académicos”.

Por ser propietarios de inmuebles pagamos impuesto al patrimonio, contribución inmobiliaria, tributos municipales diversos, impuesto de Primaria, impuesto a la transmisión inmobiliaria, etc.

Lo que se debe buscar es un país que crezca y se desarrolle educando a la gente y preparándola para un futuro del mundo que no tendrá nada que ver con la historia del pasado.

¡Urgente, hay que cambiar ya!

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad