@|¿Has estado cercano a la muerte? ¿Has hablado serenamente con quien lo transita? ¿Han escuchado a las personas que tienen maestría en el tema? ¿Cuál es la experiencia en el medio? ¿Se ha prestado atención a esas personas conocedoras y practicantes? ¿O son meras expresiones de quienes fortuitamente han tenido que sufrirlo o estar cerca?
Son preguntas a un tema trascendente que transita toda la humanidad.
Entonces, ¿no es necesario actualizarse, ver cuál es el presente y su realidad? No es posible aferrarse a viejos eslóganes y al famoso Cóctel Lítico. Eso, ya fue.
El presente, los medios, las posibilidades, otros. Sorprende oír a quienes siguen en el pasado. Hoy la medicina cambió, en parte, para bien. Es una ciencia que se nutre de las evidencias; hay que prestar atención, no al grito.
Los resultados de la paliación son evidentes. Los números cantan.
Ahora, que no se apliquen como debería ser es otro problema. Es muy pequeño el número de casos, relevados por análisis, quienes necesitarían de una asistencia por incapacidad de hacer tolerante el fin de una vida.
Ello lleva a una reflexión muy diferente: ¿no habría que implementar adecuadamente las medidas paliativas en el medio, como fue sostenido por quién sabe?
A la vista queda que los cuidados paliativos son una materia pendiente en la práctica médica, al no ser considerados como corresponde durante la formación de la carrera; en lugar de proponer ultimar, practicar la medicina del final de la vida como corresponde.
Hay gente para ello y la capacidad de llevarlo adelante. Salgamos del pasado.