Roberto Alfonso Azcona | Montevideo
@|Se refiere a una situación en la que el valor del tipo de cambio nominal (la relación entre la moneda local, el peso uruguayo y otras monedas como el dólar) se mantiene bajo, mientras que los precios internos (inflación) aumentan. Como resultado, la moneda local se aprecia en términos reales, lo que significa que los productos uruguayos se encarecen en comparación con los productos de otros países.
Resulta barato viajar al extranjero y realizar compras en las fronteras, cosas que hoy son de uso normal.
Esto puede tener varias consecuencias:
1) Pérdida de competitividad.
Los bienes y servicios uruguayos se vuelven más caros en el exterior, lo que afecta las exportaciones ya que los productos nacionales pierden atractivo en comparación con los de otros países. Por eso Uruguay es el país más caro de la región
2) Aumento de importaciones.
Los bienes extranjeros se vuelven más baratos en términos relativos, lo que fomenta la importación de productos y genera un impacto negativo en la industria y la producción nacional.
Fácilmente lo vemos en el supermercado o las tiendas de ropa, donde todo es importado.
3) Efecto sobre la balanza comercial.
Las exportaciones se ven afectadas y las importaciones aumentan, genera un déficit en la balanza comercial, lo que afecta las reservas de divisas del país.
Gastamos en las fronteras o viajamos, pagamos impuestos en el exterior y no en Uruguay, perdemos recursos.
Este fenómeno está relacionado con políticas monetarias, control de precios o intervenciones del Banco Central para mantener la estabilidad cambiaria, pero si no se ajusta el tipo de cambio el atraso cambiario afecta negativamente a la economía a corto plazo.
La solución:
Tener un Estado austero que priorice el gasto.
Generar superávit que permita bajar impuestos y bajar los precios al consumo.
Salir del atraso cambiario compensando aumento del tipo de cambio con la baja de impuestos, manteniendo el mismo poder de compra y así no afectar a los consumidores.
Volcar parte del superávit a los sectores más sumergidos, jubilaciones dignas, asistencia social, etc.
Es un proceso paulatino en el tiempo y un cambio cultural que afecta a toda la sociedad.
Estamos condenados a la nueva cultura o caer en el caos de una sociedad que no es viable.