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2° Congreso Latinoamericano de Estudios Chinos

@|El 20 y 21 de agosto pasado se llevó a cabo en la ciudad de La Plata el 2° Congreso Latinoamericano de Estudios Chinos titulado “La innovación china en la gobernanza global: su impacto en América Latina”. Es decir, un encuentro entre académicos, estudiantes e interesados que se ocupan de estudiar y analizar el rol de China en el nuevo orden mundial y sus posibles impactos en nuestro continente.

Dado que fuimos solo dos personas de Uruguay quienes participamos de este encuentro, contando con académicos y expertos destacados de Argentina, Chile, Brasil, Perú, India y China entre otras nacionalidades, me gustaría compartir algunas de las reflexiones más sobresalientes del Congreso, con el fin quizás de despertar algún interés/inquietud sobre este tema que ocupa a varios (cabe notar que, salvo el Uruguay, todos los países presentes ya tienen varios cursos, carreras y maestrías que se ocupan específicamente de estos temas).

A través de la iniciativa “The One road, One belt initiative” (concepto que se propone en China), traducido como “una franja, una ruta” o más conocida en occidente como “La nueva ruta de la seda” China se presente como un actor que avanza hacia el mundo con un ambicioso proyecto de carácter geopolítico y de infraestructura que incluye varias aristas, algunas mas exploradas que otras, y que para muchos promete alterar el orden mundial y plantea una dicotomía entre amenaza y oportunidad.

Este proyecto/iniciativa china fue el común denominador de todas las ponencias ya sea de economía, política, tecnología o cultura.

Se pusieron en la mesa interrogantes tales como: ¿es ésta una oportunidad única para la región sudamericana?, ¿estamos ante una nueva globalización con características chinas? ¿Es China el nuevo hegemon internacional dentro de los ciclos de hegemonía mundial? ¿China está a la altura de aceptar y asumir este desafío? ¿Nos convertiremos en dependientes en materia tecnológica de China y de esa forma se debilitará nuestra soberanía? ¿Tenemos una posición clara como país y como región de lo que queremos hacer respecto a estos temas?

Para poder abordar tales interrogantes e intentar llegar a alguna aproximación que aclare el panorama, los panelistas presentaron diversos conceptos muchos antiguos y otros más nuevos tales como “diplomacia de los trenes”, “ecología política”, nueva goberananza o “economic diplomacy”.

Otros destacaron a China como un gran generador de “consensos internacionales” al incluir dentro de sus inversiones en la región múltiples actores “no chinos” que también se benefician con las mismas.

Una de las ponencias más interesantes para mi fue la de Juan Cruz Margueliche (IRI – UNLP) que aborda el tema del avance chino al mundo desde la perspectiva cultural. Plantea que las relaciones de China con el mundo y la Nueva Ruta de la Seda no pueden comprenderse sino se estudian conceptos básicos de su forma de pensar que responden a su historia, en definitiva sino se conoce su cultura. En este contexto la iniciativa de la “Nueva Ruta de la Seda” va a ser un desafío para este país en la medida que la cultura va a superar la órbita del Partido Comunista, exponiéndose a la influencia externa. Cultura milenaria que se ha construido a partir de conceptos fuerza del pasado como son entre otros el “guanxi” (el individuo cobra relevancia cuando es parte de una comunidad) “renqing”(construir relaciones interpersonales de confianza), “Tinxia” (todo bajo el cielo, visión China del orden mundial) entre muchos otros, que es lo que los mantiene unidos y que necesariamente se debe articular con “lo externo” como gran desafío.

Imposible resumir en unas pocas líneas los dos días de congreso que fueron más que interesantes y enriquecedores con reflexiones en múltiples áreas. Por supuesto que las relaciones entre Estados Unidos y China (mejor dicho entre Trump y el Presidente Xi Xinping) y el conflicto en Hong Kong fueron temas muy tratados.

Salimos de allí con más interrogantes que respuestas. Pero seguras de que es imperativo conocer la matriz de pensamiento y cultural para entender cómo piensan y cómo actúan para poder tomar una posición estratégica y entender el “avance chino” como una oportunidad en vez de cómo una amenaza.

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