En el año 2003 Uruguay participó por primera vez en las pruebas PISA. Los resultados fueron mixtos. Por un lado, los estudiantes uruguayos fueron los que mejor puntuaron en América Latina (ese año sólo participaron Brasil y México, pero también era posible comparar con Argentina, Chile y Perú, que no participaron en 2003 pero lo habían hecho en el año 2000). Por otra parte, América Latina quedó muy mal ubicada frente al resto del mundo. Los uruguayos éramos los mejores del barrio, pero al barrio le había ido muy mal.
En el año 2003 Uruguay participó por primera vez en las pruebas PISA. Los resultados fueron mixtos. Por un lado, los estudiantes uruguayos fueron los que mejor puntuaron en América Latina (ese año sólo participaron Brasil y México, pero también era posible comparar con Argentina, Chile y Perú, que no participaron en 2003 pero lo habían hecho en el año 2000). Por otra parte, América Latina quedó muy mal ubicada frente al resto del mundo. Los uruguayos éramos los mejores del barrio, pero al barrio le había ido muy mal.
Desde entonces hasta hoy hubo mediciones en 2006, 2009 y 2012. En todas ellas participó Uruguay. Chile y Argentina reingresaron en 2006 y Perú lo hizo en 2009. En 2006 se sumó Colombia.
¿Qué pasó a lo largo de estos años? En primer lugar, América Latina siguió muy lejos de los países con mejores resultados educativos. En segundo lugar, y pese a lo anterior, la región siguió una tendencia a mejorar respecto de sí misma.
Pero Uruguay fue a contramano de sus vecinos. Somos el único país de la región donde los resultados de la última medición son peores en todas las pruebas a los resultados de la primera. El área en la que nos fue menos mal es matemáticas. En esa prueba específica, los estudiantes uruguayos tuvieron en promedio 422 puntos en 2003, que mejoró a 427 puntos en 2006. En la edición de 2009 se repitió ese valor, pero en 2012 caímos a 409 puntos. Quiere decir que Uruguay perdió 13 puntos en matemáticas entre 2003 y 2012. Eso es lo menos malo que nos pasó. Sólo que, en ese mismo período, el promedio de América Latina en matemáticas subió de 388 a 397 puntos.
La edición 2012 introdujo algunas oscilaciones. Si se promedian los resultados de las tres pruebas, sólo Perú mejoró respecto de la edición anterior. Cuatro países (Chile, México, Uruguay y Colombia) tuvieron caídas de diferente magnitud. Brasil y Argentina se mantuvieron. Pero nada de esto implica un cambio de tendencia.
Las caídas de Chile y México son tan pequeñas que los analistas no hablan de retroceso sino de estancamiento. Colombia cae un poco más. Pero el país que pierde más puntos entre 2009 y 2012 vuelve a ser Uruguay.
En todos los países menos Uruguay y Argentina, el promedio general de 2012 es superior al de 2003 (o la fecha que más se aproxime). Argentina, más allá de oscilaciones, está estancada: su promedio general de 2012 es casi idéntico al de 2003. Uruguay es el único país que tiene un promedio general claramente inferior al de todas las mediciones anteriores.
Para cualquier estudiante de sociología mínimamente acostumbrado a mirar números, Uruguay es el único país de la región que exhibe una tendencia a la baja. Es imposible nombrar a otro. Por eso ya no es el mejor del barrio. Ahora Chile lo supera en las tres pruebas y México en dos (matemática y lectura). Además hay un empate con Brasil en lectura y con México en ciencias. Y los demás países vienen acortando distancias.
Hay, sin embargo, quienes prefieren negarlo. Y para eso recurren a maniobras como comparar únicamente los resultados de las dos últimas mediciones (es decir, atender a las oscilaciones de corto plazo en lugar de mirar la tendencia). Y lo peor es que lo hacen al mismo tiempo que se erigen en jueces de la verdad y en árbitros de la objetividad ajena.
Cada uno sacará sus conclusiones acerca de a qué están jugando.