Hace pocos días el Partido Nacional realizó la quinta y última jornada de evaluación sobre la campaña electoral de 2024. Si bien todavía no ha sido redactado el informe final de conclusiones, han tomado estado público algunas interpretaciones de un informe estadístico elaborado por Opción Consultores.
Se ha señalado que el informe indica que la Coalición Republicana pagó un “costo demográfico”, debido al ingreso al padrón electoral de unos 250.000 nuevos votantes, que en su mayoría habrían votado al Frente Amplio.
Dado que quienes salen del padrón por fallecimiento (votantes en su mayoría de la Coalición Republicana) son menos que los nuevos votantes, el saldo neto habría resultado favorable al FA. Se ha sugerido que ésta sería una de las causas de la derrota de Álvaro Delgado en el balotaje de 2024.
Yo no comparto esa interpretación. También en 2019 fueron más los nuevos votantes que las bajas por fallecimiento, y sin embargo Luis Lacalle Pou ganó las elecciones. Además, existe información estadística relevante que la contradice.
Un par de estudios muestran en Uruguay un cambio en la identificación ideológica de los jóvenes. Uno es el de Latinobarómetro, que mide esta variable con una escala en la que los valores bajos corresponden a la izquierda y los valores altos a la derecha. En el período 2020-2024, el promedio de los jóvenes uruguayos de 18 a 29 pasó de 4,19 a 4,97.
Por otra parte, una serie de encuestas de Equipos Consultores muestra que el porcentaje de jóvenes, que en Uruguay se define de izquierda, ha disminuido considerablemente en los últimos 10 años.
Eran el 43% en 2015, el 34% en 2020 y el 25% en 2025. En síntesis, las encuestas muestran un importante corrimiento de los jóvenes uruguayos hacia el centro y la derecha.
También interesan los resultados de una investigación realizada por El Observador y la UDELAR difundida en 2024. El estudio demostró que los hogares frentistas son los que, desde hace años, más trasmiten el voto de generación en generación. Esto explica en buena medida el crecimiento del voto frenteamplista en la década del noventa y el primer lustro del siglo XXI.
Pero, además, la investigación encontró que está disminuyendo el porcentaje de jóvenes de familias frentistas que también votan al FA.
Los datos electorales aportan información interesante. Dado que el voto es secreto, la Corte Electoral no tiene forma de calcular cuántos votos recibió cada candidato entre los jóvenes, ni entre las personas de cualquier tramo de edad. Sin embargo, existe una forma indirecta de hacerlo, aunque sea un valor aproximado. La Corte Electoral conoce el promedio de edad de cada circuito.
Si bien sólo se conoce el promedio, se puede asumir que los votantes en circuitos con una edad promedio menor a 25 años son jóvenes en su mayoría.
Según los datos del escrutinio primario de noviembre de 2024, en los circuitos cuyos votantes tienen un promedio de edad de 24 o menos años, Orsi obtuvo el 55% de los votos y Delgado el 40%. En el balotaje de 2019 los porcentajes no fueron sustancialmente diferentes: Martínez obtuvo el 58 % y Lacalle Pou el 38%.
Obsérvese que Delgado votó algo mejor que Lacalle Pou en esos circuitos (un 2%). Inversamente, en todos los circuitos con promedio de edad superior a los 36 años Delgado votó por debajo de Lacalle Pou. En algunos lo hizo con casi un 6% menos.
Estas cifras indican que el voto joven no explica la derrota de Álvaro Delgado, y que esa derrota ocurrió porque el candidato de la CR en 2024 perdió electorado en todos los segmentos de adultos y adultos mayores.
Otra forma indirecta de analizar este asunto es comparar las encuestas de noviembre de 2024 con las del mismo mes en 2019. Para no aburrir con cifras solo compartiré lo que las encuestas medían en el segmento de 18 a 29 años. Esta información la obtuve de informes de Equipos Consultores. Mientras que en 2019 el 32% de esos jóvenes decía que votaría a Lacalle Pou, en 2024 Delgado recogía el 39% de la intención de voto en ese segmento. Estos datos van en la misma línea que los de la Corte Electoral: entre los jóvenes la CR votó mejor en el balotaje de 2024 que en el de 2019.
La información aportada por estas distintas fuentes refuta fuertemente la idea de que la CR perdió el balotaje de 2024 por la incidencia del voto joven. Se mostró que los jóvenes se han corrido hacia el centro y la derecha. Se encontró que la trasmisión del voto de padres a hijos en favor del FA ha disminuido algo en los últimos años. Las estadísticas de la Corte Electoral sugieren que Delgado no perdió por el voto de los más jóvenes, sino por el voto de los adultos y los adultos mayores.
Finalmente, las encuestas de Equipos Consultores indican que la intención de voto de los jóvenes de 18 a 29 años hacia el candidato de la CR era mayor en 2024 que en 2019.
Quienes están buscando en el voto joven una de las causas de la derrota de la CR en 2024, deberían abandonar esa idea.
El desempeño de los candidatos de Coalición Republicana dentro de los jóvenes fue mejor en el último balotaje que en el de 2019.
Las causas van por otro lado. No fueron los jóvenes.