Es grato revivir aunque sea parcialmente el tiempo que uno ha conocido. Vi la película “Jorge Batlle entre el cielo y el infierno” en exhibición en cines. Vote por primera vez en 1966, cuando por la plebiscitada reforma constitucional “naranja” el país retornaba al sistema de Poder Ejecutivo unipersonal. Mi voto iba para el Partido Nacional y el Herrerismo, no obstante, interesado en la política, atendía a la irrupción de “Jorge” en la lid electoral, como candidato presidencial. Sucedía a su fallecido padre Luis Batlle Berres, caudillo singular, fundador de la popular lista 15, del Partido Colorado. El documental citado es un ayudamemoria, poco frecuente entre nosotros, y recurre a la abundante documentación audiovisual existente. Jorge Batlle ha sido -más allá de banderías- un personaje histórico caracterizado de la vida nacional.

Del universo de hechos allí recordados me detendré en las llamadas “plagas” que azotaron su gestión presidencial (2000-2005). Una ocurrió cuando de forma directa y presente promovía la exportación de carne uruguaya, con el desarrollo de una cadena comercial con instalaciones físicas incluidas en el territorio de los Estados Unidos. Mientras estaba reunido en Washington con el presidente George Bush (h), recibió desde Montevideo la terrible noticia de la existencia de fiebre aftosa en el territorio nacional. Asumió la responsabilidad y retornado rápidamente a Uruguay sin temblor en el pulso, entre otras medidas ordenó el “rifle sanitario”. Ver en la pantalla el fusilamiento masivo de reses ocurrido, dramático para la producción nacional, es estremecedor.

La otra calamidad impactante fue la crisis financiera argentina del 2002. Que se proyectó al retiro masivos de fondos por no residentes en la banca de nuestro país, jaqueando al sistema bancario y la economía nacional. Salimos a flote merced a una notable renegociación de la deuda externa nacional, que permitió canjear los títulos estatales en curso por otros con condiciones y esperas más favorables, con condiciones que fueron libremente aceptadas por nuestros acreedores. Uruguay fue creíble. Actuó en apoyo de Batlle entonces un eficiente grupo de asesores. Las consecuencias de este episodio en caída del PBI, desempleo, emigración, inflación y otras secuelas han sido de las más graves de la historia nacional. Recuerda la película, que entonces el Frente Amplio se opuso a esto y el Dr. Tabaré Vázquez llegó incluso a promover el default, o sea que nos declarásemos en cesación de pagos, lo que nos hubiese hundido en un pozo de proyecciones infinitas que llegarían a nuestros días.

Inevitablemente la evocación de lo último recuerda que -a efectos ilustrativos- el Frente Amplio se opuso en 1990 al asumir el Dr. Luis Alberto Lacalle Herrera, a un acuerdo para contener precios y salarios cuando la inflación se proyectaba a un 130% anual; a la forestación iniciada en la primera presidencia del Dr. Julio María Sanguinetti; a la reforma de la seguridad social de 1996 y ahora a la actual; a la privatización de los puertos; a la Ley de Urgente Consideración y enfoque del Covid, desarrollados por el actual gobierno presidido por Lacalle Pou y que abreviando -entre otros despropósitos- hace gárgaras con la seguridad pública y se opone a los allanamientos nocturnos. Lo que será plebiscitado en las elecciones nacionales este año. Medida clave para la lucha contra el narcotráfico…