Falsas oposiciones

Entre las Internas y Octubre vivimos desde hace 10 días un intervalo fruto de un respiro que se tomó la política luego del estrés electoral que supuso la justa intrapartidaria. Candidatos que se fueron de paseo y básicamente la Copa América nos dieron a los uruguayos esa dispersión de intereses que yo asimilo a un intervalo entre 2 tiempos como en el fútbol (aunque no tan largo como el antirreglamentario de la final de Copa con Shakira moviendo sus caderas). Ya fue.

Molesta apreciar cómo desperdiciamos nuestro tiempo político discutiendo solo por posturas que disfrazamos con la bandera del interés nacional y que solo responden a intereses sectoriales (cuando no personales).

¿Cómo no rebelarse cuando ves al mismísimo FA ahora preocupado por una “posible” desviación de la Regla Fiscal? ¿Desde cuándo le interesa al FA la regla fiscal? Fue un artículo de la LUC que combatió y todos sabemos que esa fuerza política si tiene una regla es la del gasto o del endeudamiento con tal de satisfacer aventuras voluntaristas con el “cuento” de las necesidades humanas. Algunas de ellas muy loables. Otras no han buscado otra cosa que “colocar” o agrandar la clientela electoral asistencialista. Ya lo vivimos. No invento nada nuevo

El partido de la irresponsabilidad en el gasto ahora se desvela por el déficit fiscal (que va a cerrar el período mejor que en 2019).

El Frente Amplio -en todo caso- es quien debe explicar sus contradicciones entre los planteos del Ec. Oddone y los delirios de las bases programáticas que de cumplirse solo se financiarían con incrementos de impuestos o un brutal endeudamiento del país.

Al candidato colorado Andrés Ojeda se le ocurrió (hasta ahí con mucho tino) convocar a una entente de comisión pro “Allanamientos nocturnos”. Y uno no puede hacer otra cosa que aplaudir hasta que escuchamos de su boca decir que ESA es la “papeleta” más importante para la Coalición. Y ahí se nos cayó la estantería.

Y por si fuera poco agrega que el plebiscito por la seguridad social no tiene apoyo de ningún candidato. Nos extraña mucho esta postura de “vaca atada” en un plebiscito que nos va la vida como país.

“La vieja política”. Es parte de esa vieja política pensar que solo porque los candidatos políticos se opongan a un proyecto el mismo va a naufragar. Y menos un plebiscito que le propone a la gente trabajar menos y ganar más.

El voto ciudadano -cada vez más- ya no es cautivo de un partido o dirigente. Pero además el FA ya insinuó que va a dejar en libertad de acción a sus votantes (otra irresponsabilidad).

Esa lógica de “vaca atada” que plantea Ojeda tampoco se compadece con algún estudio de opinión pública circunscrito al electorado del Interior del país. El mismo arroja un empate técnico entre derogación y ratificación de la reforma. Repito. Estoy refiriéndome al interior del país. Es allí donde se supone que el voto multicolor debería superar hasta con holgura al frentista. En la temática social no deberíamos dar nada por garantizado.

Estamos pues frente a un debate de falsa oposición. Obviamente hay que defender la papeleta por los allanamientos nocturnos y al mismo tiempo hay que jugarse todos los recursos disponibles por defender la reforma de la seguridad social. Nada pone más en juego al país. Nada.