En los últimos días varios actores políticos se han expresado sobre el Herrerismo.
Algunos opinan sobre nuestra vigencia o fortaleza, para otros somos el objeto de sus desvelos y entienden que la próxima contienda electoral es contra nosotros.
Si bien el Herrerismo no se define a sí mismo en función de los demás, con tanto ruido en el patio, conviene poner algunas cosas en claro.
Primero. No se puede hablar del Herrerismo sin ponerlo en su verdadera dimensión histórica. El mismo representa la corriente de ideas más longeva y fecunda del Partido Nacional. En los Siglos XX y XXI el Herrerismo ha sido principal artífice de todas las victorias que hemos conseguido los blancos. Durante toda nuestra existencia, nunca hemos renunciado a nuestro ideario que basado en valores inmutables es roca contra la que se estrella el relativismo.
Segundo. Al comparar al Herrerismo con otros movimientos políticos jamás puede perderse de vista la dimensión ética y moral. El Herrerismo es una fuerza política con convicciones éticas y morales profundas. De honda raíz humanista y trascendente. No en vano su fundador el Dr. Herrera fue parte de una patriada revolucionaria que no buscaba hacerse del poder, sino conseguir garantías electorales para gobernar mediante la ley.
Esa pureza política nos distingue y destaca. Tanto de aquellos que se sirvieron por décadas del Estado para medrar y justificar su existencia, como de los voluntaristas más radicales que jamás han condenado el sangriento pecado original de sus inspiradores socialistas y comunistas.
Tercero. El Herrerismo es una corriente de ideas, no es una ideología. Es una fuerza política basada en un pensamiento que tiene como centro únicamente los intereses de nuestra patria, y a nuestra realidad “que nos anega” al decir de Herrera, como materia prima de un hacer pragmático, pero con gran fundamento filosófico. Basamento que hace pie en una filosofía política donde el hombre y su dignidad (vida-libertad-propiedad-sentido trascendente) son lo principal.
Cuarto. A lo largo de toda su historia el Herrerismo se ha caracterizado por tres elementos: A. Su resiliencia, condición que la he permitido sobrevivir y adaptarse a las diversas coyunturas políticas, a los distintos cambios que ha sufrido el país, y la propia actividad política, y lo que es esencial: a distintos liderazgos. B. Su cuerpo de ideas -bien definido- constituye la columna vertebral del ideario nacionalista, trasciende las fronteras del propio sector, y muchas veces influencia fuertemente a otros actores políticos ajenos al Partido Nacional. C. Su expresión electoral que varía a lo largo de la historia, con mayor o menor volumen, pero que sin embargo, es absolutamente independiente de su cuerpo de ideas que a través del tiempo vive y mantiene su vigencia. Aquí está el Herrerismo. Fuerte y vigente. Con ganas.
El Herrerismo ha dado todo por este gobierno de coalición. Ha colaborado con ideas y con gestión.
Nuevamente es hora de contienda electoral. Sin perder de vista que hay adversarios, pero no hay enemigos.
Sin olvidar que hace casi 5 años el país optó por un modelo integrador, de diálogo, no de lucha de clases ni conflictos. Un modelo, donde el Herrerismo prevalece sobre el socialismo.