Crece el patrimonio

Tiempo atrás subrayamos la importancia que tendría para el país incorporar las islas del río Queguay (Paysandú) al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).

El pasado 20 de agosto el Poder Ejecutivo, incorporó al SNAP varias islas ubicadas en la desembocadura del río Queguay Grande en el río Uruguay, así como las aguas jurisdiccionales y porciones de la costa vinculadas a ellas. Se categorizó como “Área de Manejo de Hábitats y/o Especies”. Totaliza 8.327 hectáreas.

Incluye a las islas: San Francisco, San Miguel, Melliza de Adentro, Melliza de Afuera, del Queguay Grande, del Queguay Chico, Varillal, Sobrerito, y Almirón (ésta localizada al sur de la ciudad de Paysandú). Algunas son fiscales, otras particulares.

La nueva área protegida posee varias particularidades a destacar. Incluye la franja de vegetación ribereña ininterrumpida más extensa de la costa oriental del bajo río Uruguay. Conforma un sistema acuático y terrestre con características singulares, a tal punto que juega un papel fundamental en la calidad del agua del río y en la dinámica de sus sedimentos. Sobresale en el área su valiosa diversidad biológica, en particular su ictiofauna (peces) y ornitofauna (aves), asociadas a la espectacular flora nativa presente, caracterizada por ser el río Uruguay una vía de acceso a nuestro país de la flora paranaense (integrante del dominio amazónico).

La protección adicional que recibe esta área prohíbe intervenciones que pongan en riesgo la integridad de sus ecosistemas, como por ejemplo urbanización, forestación con especies exóticas, minería, introducción de fauna y flora no nativa, caza, pesca intensiva, quema de vegetación, vertido de contaminantes.

Hay que puntualizar que su ubicación geográfica aumenta su vulnerabilidad y por ende de necesidad de control, debido a que está en la frontera con Argentina.

A su vez, su valioso patrimonio biodiverso se asocia por el río a otra área protegida de extraordinario valor: “Montes del Queguay” (2014) -20 mil hectáreas en la confluencia del Queguay Grande y el Chico. Las separan 87 kilómetros.

Pero existe un problema a dirimir. La empresa HIF Global tiene firmado un contrato con Ancap para producir combustibles a partir de hidrógeno verde en esa zona. El emprendimiento estará localizado a solo 3 kilómetros de la novel área protegida, por lo tanto su funcionamiento se erige como un riesgo real para los objetivos de conservación que se trazaron en toda la zona. Desde luego la palabra la tiene el Ministerio de Ambiente por ser la autoridad nacional competente en la materia.

Pero… queda meridianamente clara la diferencia abismal existente entre la inamovilidad de una y de la otra. Mientras un área natural está definida por sus elevados -y a veces únicos- valores ecológicos, históricos y culturales del lugar; un emprendimiento industrial se construye de cero y por ello suele tener un amplio rango de posibles locaciones.

Si bien es cierto que el sitio escogido no está dentro del área natural protegida, es dable esperar que su funcionamiento provocará alteraciones y contaminaciones de diferentes envergaduras, atentatorias contra su conservación.

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