Una persecución callejera en pleno Pocitos culminó con la captura de un trío de rapiñeros. A poco de haberlos apresado, los policías advirtieron que dos de los tres delincuentes eran reclusos de La Tablada que aprovechando sus salidas transitorias seguían robando.
En otros tiempos este hecho habría resultado sorprendente. Ya no. Son muchos los casos de presos que salen a delinquir. Es un rasgo de los tiempos que corren. Tiempos que se caracterizan por la inseguridad ciudadana. Tiempos que nos han dado un ministro del Interior que cada vez que se le hace notar que la ola de delitos es creciente, aduce que se trata de exageraciones periodísticas. Cabe esperar pues, por ejemplo, que vuelva a decir algo así, o que las cifras fueron "maquilladas", ahora que nos enteramos de que en Maldonado los arrebatos aumentaron un 20% en el mes de marzo, si se los compara con los de igual lapso de 2005.
A todo esto se suman cosillas como las continuas fugas de delincuentes peligrosos, el tráfico de drogas, la violencia creciente entre los jóvenes y mucho más.
No es de extrañar que haya un clamor para que sean designados más policías. Recientemente, los jefes de policía de Lavalleja, Florida y Treinta y Tres plantearon al ministro Díaz la necesidad de aumentar el número de efectivos en esos departamentos. Pero hay una notable parsimonia cuando se trata de designar nuevos agentes (salvo que sean ellos guardaespaldas del señor presidente de la República).
Tras meses y meses de llamados, pruebas y demás trámites, recién ahora se integrarán cien policías más a los servicios montevideanos. En realidad la convocatoria estaba dirigida a designar doscientos pero recién para el mes de julio se prevé otro período de presentación de aspirantes a brindar seguridad.
Rodeado de este panorama, el señor ministro no parece afectarse. En lugar de atender a los impactantes hechos diarios, visita oficinas policiales de todo el país, donde en vez de tomar nota de las carencias y tratar de paliar situaciones, advierte que en aquellas dependencias donde no se muestren resultados favorables, continuarán los cambios. Trátese tanto de comisarías de Montevideo, como de jefaturas del Interior.