Álvaro Dastugue
SEGUIR MARTÍN AGUIRRE Introduzca el texto aquí La ministra Muñoz no deja a nadie indiferente. Lo mismo te baila arriba de una mesa que se enfrenta con lo más áspero del sindicalismo nacional. Sus dichos hace unos días levantaron polvareda, al afirmar que los grupos evangélicos son u201cuna plaga que aumentau201d y que u201cnos pisan los talonesu201d. ¡Hay que ser guapo para pisarle los talones a Muñoz!