Las principales organizaciones rurales de Argentina pusieron en marcha un paro de nueve días, disconformes con los controles a los precios de la carne y con las retenciones a las exportaciones que impone el gobierno del presidente Néstor Kirchner a los ganaderos.
La medida incluirá "tractorazos" y el bloqueo de caminos. Es organizada por Confederaciones Rurales Argentinas, la Federación Agraria Argentina y la Sociedad Rural Argentina. Las entidades pretenden que los precios de los cortes de carne se equiparen a los valores internacionales, ya que existen restricciones para la exportación, impuestas por el gobierno para evitar el desabastecimiento del mercado interno. No se enviará ganado a los centros de comercialización y hoy se bloqueará la autopista entre Rosario y Buenos Aires, vía terrestre fundamental para la comunicación entre ambas ciudades. Mientras tanto, el gobierno argentino calificó de "política" la medida, adjudicándole a los organizadores diferencias "ideológicas" con la administración que encabeza Kirchner.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luciano Miguens, aseguró que el paro "no es para nada político o ideológico, sino para llamar la atención sobre la necesidad de diálogo y pensar en una política agropecuaria que hoy hay que adecuar a la situación que vive el mundo". Miguens se quejó por los U$S 3.300 millones que los ganaderos aportaron al Estado por impuestos.