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Un nuevo plan: ¿qué aeropuertos del interior podrían recibir vuelos desde otros países?

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El de Salto es uno de los aeropuertos del interior del país con potencial para realizar vuelos de corto recorrido a la región, al igual que Rivera. Foto: Archivo El País

MEDIDAS PARA MEJORAR EL NEGOCIO AÉREO

Se presentó el “Plan maestro” para el negocio aeronáutico. Hecho por un grupo de técnicos internacionales que estudió la realidad del sector y recomendó recategorizar aeropuertos e invertir en función de ello. El ministro Víctor Rossi imagina vuelos desde terminales del interior hacia la región.

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"Ahora les queda la misión de poner en orden la casa", dijo a los representantes del gobierno y la industria aeronáutica locales una de las técnicas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) que elaboró un “Plan maestro” para Uruguay con las inversiones y reformas necesarias en el sector.

Entre las recomendaciones aparecen hacer cambios en la estructura institucional, recategorizar aeropuertos e invertir en función de ello.

El ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, dijo que el sector viene de un año que “no ha sido fácil”. La presentación del “Plan maestro” se realiza luego que en 2018 por el aeropuerto de Carrasco pasaron 28.000 personas menos que el año anterior y que cuatro aerolíneas (Avianca, Amaszonas, Air France y Sky) anunciaron en los últimos meses la suspensión de frecuencias por los altos costos de operar en Uruguay.

El equipo técnico se centró en la “búsqueda de oportunidades de mejora” para la industria aeronáutica. La conclusión sobre el escenario observado fue que “la situación institucional” presenta “elementos que obstaculizan o pueden obstaculizar el desarrollo”, y no se alinean a las recomendaciones internacionales de la OACI que “han permitido el desarrollo de la aviación civil en otros Estados”.

A nivel de infraestructura, se detectaron “instalaciones que podrían ser objeto de mejoras o cambios en las estructuras y procedimientos, que permitan” cumplir con los estándares globales de la industria aeronáutica y sirvan para “mejorar la eficiencia del sistema”.

Los técnicos delinearon “un sistema de aviación civil” en base a estos criterios: evitar conflictos de interés y duplicidad de funciones en el diseño institucional, dar autonomía financiera y de gestión a las empresas, garantías sobre la disponibilidad de los servicios, viabilidad del sistema aeroportuario y de navegación aérea, mejor nivel de seguridad operacional y mitigación de barreras al desarrollo de la industria.

Aeropuertos

Se tomaron como base dos escenarios de previsión de tráfico a futuro, para en función de la demanda proyectada, “el potencial de desarrollo y el carácter que se propone para cada aeródromo”, definir qué hacer en las terminales aéreas del país.

Actualmente hay 10 aeropuertos internacionales: Artigas, Carrasco, Colonia, Durazno, Laguna del Sauce, Melilla, Melo, Paysandú, Rivera y Salto. Algunos según Rossi “no dejan de ser una pista y un campo”, sin la infraestructura adecuada.

Estimaciones citadas en el informe, muestran que el tránsito de pasajeros por Uruguay pasará de casi 2,4 millones en 2018 a 3,6 millones en 2025 y a más de 5 millones en 2035.

Rossi destacó que cobrarán importancia los vuelos de cabotaje (dentro del país) y los técnicos distinguieron el potencial para ello de cada terminal.

“Salto, Rivera y Carmelo (de carácter nacional, no recibe vuelos internacionales) son los más interesantes para invertir”, dijo uno de los técnicos a cargo del “Plan maestro” y el informe añadió que las dos primeras terminales tienen “potencial para formar parte de una concesión”, como hoy lo son Carrasco y Laguna del Sauce.

Es que podrían explotar “rutas comerciales rentables”, con aviones de 70 pasajeros, y Rossi dijo que en un futuro imagina “vuelos de corto recorrido (desde esos lugares) a la región”.

La propuesta es que el resto de los aeropuertos sean controlados por un ente autónomo que “otorgue un rol razonable a cada uno”, haga las inversiones “estrictamente necesarias para cubrir ese rol” y racionalice la “dotación de personal”.

En esa línea, uno de los técnicos de OACI señaló que los aeropuertos de Artigas y Melo “no justifican seguir siendo internacionales”, y planteó que mantengan “una mínima conectividad con funciones sociales y de negocios”. Otro grupo de terminales, como Colonia y Carmelo, deberían prepararse para recibir aviones de “entre 30 y 35 plazas”.

El ministro informó que se enviará próximamente un proyecto de ley al Parlamento para recategorizar a los aeropuertos, restando importancia a algunos e impulsando otros. “La jerarquización pone prioridades. Si los recursos no alcanzan para todos, deben ser dirigidos a los lugares fundamentales que surgen del informe”, subrayó Rossi.

El “Plan maestro” propone invertir $ 18,6 millones en siete terminales -seis de las 10 internacionales (excepto las dos concesionadas, Durazno y Paysandú) más Carmelo- para adecuar la normativa (46% del total), las instalaciones (12%) y la capacidad (41%).

Combustible: señal para las aerolíneas

Atendiendo un reclamo de las aerolíneas, la Cámara Aeronáutica y la empresa concesionaria del aeropuerto de Carrasco, el gobierno junto a Ancap definió una rebaja en el precio del combustible JET A1 -un querosene refinado de forma especial, que se prepara en la planta de La Teja- que utilizan los aviones. “Es una buena noticia”, dijo el ministro Rossi y señaló que se trata de “una necesidad que el país debía atender para colocarse en un rango de precios que nos permita ser competitivos" respecto a otros aeropuertos de la región como Ezeiza y San Pablo.

El combustible representa aproximadamente el 25% de los costos de las compañías aéreas y según una reciente nota del suplemento Qué Pasa es uno de los factores que incidió en la suspensión de frecuencias. Hoy día estas empresas pagan a Ancap un extra de US$ 0,50 por galón sobre el precio internacional del barril de petróleo, aunque Rossi reconoció que en el pasado hubo “precios mucho más importantes”, y desde el 29 de abril el valor pasará a ser US$ 0,35. El ministro aseguró que hacia adelante los ajustes serán únicamente por la variable del barril de crudo, pero Ancap no modificará lo que cobra por refinarlo.

Rossi reconoció a El País que hubo contactos con las aerolíneas para hablar respecto al precio de los combustibles, aunque aclaró que “no fue que le preguntamos a cuánto querían pagarlo”. Se mostró confiado que tras esta decisión se logre que más carguen combustible en Montevideo y vean al aeropuerto de Carrasco como un hub regional. “Este precio nos pone en carrera”, subrayó.

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