Los uruguayos en Argentina limitan viajes

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BUENOS AIRES | VICTORIA MOLNAR

Los uruguayos que residen en Argentina aseguran que la dificultad de acceder a moneda extranjera, el recargo del 15% a las compras con tarjeta en el exterior y el encarecimiento de pasajes hacen que estén "cerca pero lejos".

Según el último censo, realizado en 2010, en Argentina viven 116.592 uruguayos y ocupan el sexto lugar entre los residentes extranjeros por detrás de Paraguay, Bolivia, Chile, Perú e Italia. Casi el 90% de esa población se encuentra en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires o en otras provincias relativamente cercanas en distancias a Uruguay, como Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba.

Se trata de la comunidad de uruguayos más grande fuera del país e incluso entre las autoridades uruguayas se expone que el número rondaría en realidad las 300.000 personas, ya que aseguran se trata de una población renuente a censarse e incluso a documentarse.

Además, la mayoría de los uruguayos en Argentina pertenece a la población económicamente activa por lo que no solo viven sino que, es de esperar, trabajan y pagan sus impuestos en el vecino país.

Para ellos viajar a Uruguay significa mucho más que una mera recreación. Es "estar cerca de la familia y amigos para paliar la nostalgia" y eso se ha "complicado" en el último año, según señalaron representantes de centros de residentes consultados por El País.

"Compatriotas que antes viajaban dos veces al año, ahora lo hacen una vez o directamente no van", afirmó Wilson Gutiérrez, quien reside en Argentina desde comienzos de los 70; vive en Tigre.

Gutiérrez es uno de los fundadores de un centro llamado Encuentro de Residentes Uruguayos de Zona Norte que nuclea a unos 50 uruguayos "de todos los departamentos, colores partidarios y estratos sociales", ya que "hay desde gente que trabaja por horas a profesionales exitosos", aseguró.

Como principales causas de esta "complicación", que paradójicamente los hace estar "cerca pero lejos", refieren el encarecimiento de los pasajes y las restricciones de adquirir divisa extranjera que el gobierno argentino empezó a aplicar a finales de octubre de 2011.

"No estamos a miles de kilómetros, pero ganamos en pesos y tenemos tarjetas argentinas. Te sale todo mucho más caro y perdés dinero porque acá no tenés acceso a comprar divisa extranjera y allá al peso argentino te lo cotizan a menor valor que el cambio oficial", explicó a El País Gustavo García, quien está radicado en Argentina hace más de 40 años.

García vive en Villa Luro y es comerciante de muebles para lo que tiene una unipersonal. Si bien considera que debería tener la capacidad para adquirir dólares o pesos uruguayos, el gobierno argentino no lo autoriza.

RESTRICCIONES. Una solución que habían encontrado estos uruguayos era realizar los gastos con tarjeta de crédito, pero desde este mes esas compras están cargadas por un 15%.

Ese recargo es deducible de los pagos que los contribuyentes hacen del impuesto a las ganancias (similar al impuesto a la renta en Uruguay) o a los bienes personales (patrimonio) pero García advierte que no todos los trabajadores pagan esos impuestos y que para peor aun no se sabe cómo el fisco devolverá ese dinero si no le corresponde cobrarlo. "Te exponen a una auditoría que el que está evadiendo no la va a realizar. De hecho la mayoría de los uruguayos que conozco no tienen salarios que sean alcanzados por ganancias, o son monotributistas o sí deberían estar alcanzados pero es muy común que sus empleadores les pagan parte del salario en negro, algo que no es fácil de denunciar sin arriesgarse a perder el trabajo", añadió García.

Gutiérrez se lamentó por la medida y remarcó que los gastos que hacen los uruguayos en su país "no son extraordinarios". "Comprás nafta, comprás algo en el súper o gastás plata en alguna atención para alguien que querés y todo queda acreditado, no es que estamos invirtiendo o lavando dinero…", dijo el matricero formado en la "querida" UTU.

Las restricciones también se han evidenciado en el envío y recepción de divisas desde y hacia el exterior. Por ejemplo, las jubilaciones uruguayas pasaron de cobrarse en dólares a recibirse en pesos y al cambio que determine el banco u entidad destinada a hacer el pago, en ocasiones bastante desventajoso. Lo mismo ocurre con las jubilaciones de países europeos o con las divisas enviadas desde el extranjero.

Asimismo, hay topes cada vez más acotados y precios más elevados para enviar dinero desde Argentina hacia otros países y servicios como el que realiza la empresa Western Union elevaron sus costos hasta un 300% respecto de 2011.

Para la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), las medidas proteccionistas y las restricciones en torno al cepo cambiario de ese país repercutirán negativamente en el ingreso de turistas de la vecina orilla a Uruguay. "No tengo la menor duda que las restricciones van a influir en una merma en la próxima temporada turística", dijo a El País su presidente, Néstor Welenten. Agregó que esto ya "debe haber repercutido en el mercado inmobiliario de Punta del Este" y que sus colegas así se lo señalan. Consultado sobre cómo los turistas podrían afrontar sus gastos en Uruguay, el empresario sostuvo que Uruguay debe procurar que "se pueda pagar en tarjeta de crédito los alquileres" y opinó que el gobierno uruguayo "tiene que buscar la forma para que los argentinos puedan pagar en pesos (argentinos)".

Esas restricciones volvieron justificables los giros solo por urgencia, por lo que los uruguayos se ven restringidos en un aspecto más para conectarse con su país.

"Mi padre cobra aquí su jubilación uruguaya y, aunque hasta hace tres meses podía pedir que se la dieran en dólares, ahora solo se la dan en pesos argentinos y como no tenemos acceso al mercado de cambio estoy haciendo el trámite para que vaya a cobrarla algún familiar en Montevideo y que nuestra familia pueda disponer de pesos uruguayos cuando viajamos de visita", expuso un residente uruguayo que prefirió no dar su nombre.

UNA EXCEPCIÓN. En los últimos años se ha evidenciado un crecimiento -aunque no exponencial- de la inmigración en Argentina que ha aplicado medidas inclusivas y tendientes a facilitar la formalidad de sus residentes nacidos en otros países.

Hasta el momento solo pueden elegir gobernadores y autoridades municipales y el sufragio no es obligatorio. Actualmente se está debatiendo sobre la posibilidad de ampliar el alcance del voto extranjero a las elecciones presidenciales, algo a lo que ningún partido político se opondría en un comportamiento fiel a la tradición de un país forjado en gran medida por inmigrantes.

Según el censo de 2010, en Argentina viven 1.805.957 extranjeros, de los cuales más del 70% proviene de países limítrofes. Ese porcentaje se amplía al 80% si se tiene en cuenta a los nacidos en el resto del continente americano.

Si bien la población inmigrante no llega al 5% de los apenas más de 40 millones de habitantes que posee el vecino país y se trata de un universo pequeño, para García eso mismo debería permitir hacer una excepción: "Yo entiendo que las medidas apuntan a la evasión y considero que a un gerente que gana 30.000 pesos argentinos mensuales (unos 90.000 uruguayos) le va a encarecer, pero no le va a afectar y podrá seguir yendo. Ese es otro mundo", dijo.

A su entender, el gobierno tendría que tener en cuenta la situación de la clase media y de los inmigrantes y no debería haber restricciones en el marco de los países de la región. "En el caso de los uruguayos no mandamos muchas remesas pero esto perjudica enormemente a los bolivianos, peruanos y paraguayos, que están teniendo problemas para enviarlas. Esos envíos no hacen que un país se funda, son insignificantes, y ahí no hay especulación para evadir", opinó.

García agregó que considera que se trata de una excepción que hay que pedir porque en el Mercosur no tendría que tener asidero político. Sin embargo, se mostró esperanzado: "Si se necesitan excepciones es porque la regla no está bien planteada. A la larga una cosa generará otra y otra más. Por eso no creo que dure mucho y que es coyuntural".

Pero también reflexionó que la situación actual con el mercado de cambio paralelo tiene peso: "Si comparamos los precios de la costa argentina y los de la costa uruguaya, no hay mucha diferencia a la hora de veranear, pero ahora a Uruguay te sale un 30% más caro, el dólar te lo cobran a $ 7 argentinos. Si allá te dieran el dólar al cambio oficial argentino no estaría más caro". El viernes el dólar cerró a 4,69 pesos argentinos, pero en el mercado paralelo el dólar "blue" cotizó a 6,31.

Gutiérrez aseguró que ama Argentina porque le brindó posibilidades siempre, pero que está en desacuerdo con las medidas que se han tomado. "Siempre nos reciben maravillosamente, pero estoy en desacuerdo con las medidas porque atacan a los trabajadores que van a ver a sus familias", dijo.

El matricero egresado de UTU se lamentó que esto ha llevado a visitar menos a las familias. "El desarraigo es muy difícil y los uruguayos siempre hablamos de volver. ¿Cómo puede ser que esto me genere bronca cuando me tendría que generar felicidad ir a ver a un familiar?", concluyó Gutiérrez.

La Administración Federal de Ingresos Públicos de Argentina (AFIP) evalúa fijar nuevos recargos a la compra de pasajes para viajes al exterior y paquetes turísticos. A su vez, procurará que los free shop cobren directamente los impuestos aduaneros, según informó la prensa argentina.

La AFIP dijo no contar con información sobre el tema, pero según supo El País a mediados de la semana pasada tuvo una reunión "muy cordial" con la Cámara Argentina de Turismo (CAT) para analizar las medidas vigentes para gastos turísticos en el exterior. En el entorno del Ministerio de Turismo argentino dijeron "desconocer" la gestación de nuevas medidas en esa línea y lo consideraron "poco probable", pero no pudieron asegurar que la AFIP no las aplicará en el futuro.

Según trascendió, la CAT estaría trabajando en un proyecto para que los argentinos puedan deducir los impuestos de los gastos que realizan en turismo interno.