La baja percepción de riesgo en Uruguay, tanto en lavado de activos como en corrupción, preocupa a los profesionales de cumplimiento en materia de prevención de estos delitos.
Según dijo a El País el consultor y extitular de la Secretaría Nacional para la Lucha Contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft), Daniel Espinosa, en Uruguay se tiene una “falsa imagen” de que el país está por fuera de esta problemática, debido a que en materia de transparencia internacional “nos da bastante bien”.
Sobre esto, Espinosa señaló que se profundizará en el lanzamiento del Capítulo Uruguay de la World Compliance Association (WCA), a realizase este miércoles.
En el evento participarán autoridades, profesionales de compliance y referentes de cámaras empresariales, entre otros.
La WCA es una asociación internacional nacida en España, sin fines de lucro, formada por profesionales y organizaciones interesadas en el mundo del “compliance” (cumplimiento normativo).
La asociación tiene entre sus objetivos la promoción, reconocimiento y evaluación de las actividades de cumplimiento en las organizaciones (con independencia de su forma jurídica), así como el desarrollo de herramientas y procesos para una correcta protección frente a determinados delitos e infracciones cometidos por sus empleados, colaboradores o cualquier otra persona relacionada con ella.
Espinosa destacó también que uno de los problemas a profundizar en el evento, del que “poco se habla”, es el de la corrupción.
“No tenemos normas antisoborno” a nivel corporativo,y la normativa se circunscribe al área pública, que también tiene baches como lo es el financiamiento de los partidos políticos, explicó.
En esta línea, sobre los motivos para la falta de controles en materia de lavado de activos, sostuvo que es “mitad y mitad” tanto por la baja percepción de riesgo como por la falta de interés en controlar.
Según Espinosa “hay una batalla cultural detrás de todo esto”, siendo no necesariamente por los partidos políticos, si no que “hay gente que piensa que llega dinero y piensa que se va a transformar en trabajo y empleos estables”.
Por este motivo, afirmó que la conformación del Capítulo Uruguay de la WCA es un “buen vehículo para canalizar esa discusión”, con “muchos profesionales discutiendo sobre esto”.
El extitular de la Senaclaft destacó que hay más temas vinculados al lavado de activos y la corrupción que hoy no se tienen como “prioritarios” y que procuran impulsar, como la sostenibilidad y el medio ambiente, temas sociales y de gobierno corporativo.