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La medida que tomó el gobierno para contener los precios y que puede pegar en el dólar

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El Comité de la Política Monetaria del Banco Central. Foto: BCU

PREOCUPACIÓN

El Central no sorprendió al mercado, al elevar la tasa en 50 puntos como había preanunciado en agosto.

El Banco Central (BCU) optó por seguir el camino que había marcado y no sorprender al mercado, al elevar la tasa de interés de referencia en 50 puntos básicos. La misma pasa de 10,25% a 10,75% desde hoy.

¿Por qué el BCU resolvió esta medida? Ayer se reunió el Comité de Política Monetaria (Copom) del Central y evaluó la situación económica de Uruguay, la región y el mundo. Luego, el directorio del BCU resolvió por mayoría incrementar la tasa de interés de referencia en 50 puntos básicos, “dado que la inflación y sus expectativas persisten por encima del rango meta”, indicó el BCU en un escueto comunicado.

“La inflación (en los 12 meses cerrados) a septiembre fue de 9,95% y las expectativas en el horizonte de política monetaria en la última medición de la encuesta del BCU fueron de 7%”. La meta del gobierno es de una inflación de entre 3% y 6%.

En la teoría, lo que se busca con el incremento de la tasa de interés, es frenar o moderar las presiones al alza de los precios a través de una menor demanda, pero sobre todo de incidir en lo que esperan los agentes económicos (economistas, bancos, empresarios e inversores) sobre los precios en los próximos 24 meses.

Para ello, la política monetaria debe ser contractiva. ¿Cómo se sabe si es contractiva o no?

Los economistas, bancos y AFAP que responden la encuestan del BCU ven una inflación de 7% en 24 meses. Pero, los empresarios esperan 8,3%.Por lo que el promedio de ambas da 7,65%.

El BCU considera que la tasa real “neutra” (ni modera, ni apuntala la demanda) es 2%. Por tanto, una tasa de interés de referencia neutra debería ser de 9,65% (7,65% de inflación esperada más 2% de tasa real). Una tasa de 10,75% como la actual, es entonces levemente contractiva (equivale a 3,1% real).

A diferencia de comunicados anteriores tras las reuniones del Copom, esta vez el BCU no habló de que se “profundice” la senda contractiva y ni siquiera mencionó cuál es el talante de la política monetaria.

El Central señaló que para la decisión de subir la tasa de interés, además de la inflación y las expectativas, “se valoraron otros aspectos de la coyuntura internacional y local”.

En ese sentido, apuntó que “en un entorno mundial desafiante, continúa deteriorándose el crecimiento económico debido a la profundización de la guerra entre Rusia y Ucrania, la inflación global al alza, las condiciones financieras más restrictivas y las dificultades de China para recuperar el dinamismo”.

A su vez, “en Uruguay, la actividad económica mantiene un adecuado dinamismo” como ratificó el dato del Producto Interno Bruto del segundo trimestre, “así como indicadores adelantados del tercer trimestre”.

“No obstante, el Copom hizo mención a los riesgos que plantea la coyuntura internacional”, advirtió.

Además, el Copom “reiteró su preocupación por la rigidez de las expectativas de inflación de los agentes”. La de analistas subieron de 6,9% a 7% y la de empresarios de 8% a 8,3%.

¿Cómo funciona?

La tasa de interés de referencia, que subió el BCU ayer, es el “precio del dinero”: señaliza el costo del crédito bancario en pesos. Es decir, es lo que le “cuesta” a los bancos obtener liquidez (pesos) a un día de plazo (de parte de otros bancos o del propio Central). Por esa vía, se transmite al crédito a empresas y familias en moneda nacional, encareciéndolo. La tasa de interés de referencia se traslada a las tasas de interés que cobran bancos y financieras por préstamos. En la teoría, al encarecer el crédito, hace más atractivo el ahorro que el consumo.

Si los agentes creen en este accionar para frenar las presiones al alza de los precios, bajarán sus proyecciones de inflación para los próximos 24 meses. Si todavía entienden que no es suficiente, las mantendrán o incluso subirán. Esto último fue lo que sucedió cuando el Copom se reunió en agosto y el BCU elevó la tasa de 9,75% a 10,25% en esa ocasión.

El comunicado indicó que el BCU mantiene “la senda para las sesiones siguientes del Copom de este año, que llevaría a niveles de tasa consistentes con la convergencia de las expectativas hacia el rango meta”.

Esa senda, anunciada en agosto, implica otras dos subas “similares” hasta fin de año, es decir 50 puntos básicos en la reunión de noviembre y otros 50 puntos básicos en la reunión de diciembre. Así la tasa de referencia llegaría a 11,75% a fin de año.

Esa senda anunciada en agosto, no convenció a los analistas y empresarios, que no solo no moderaron sus expectativas de inflación, sino que las subieron. El exintendente de Regulación Financiera del BCU, José Antonio Licandro expresó que el Central “sigue apostando a la gradualidad, hasta ahora sin efectos en las expectativas”.

El otro debate que se abre es el efecto de la tasa sobre el dólar. Con una tasa en pesos más alta se vuelve más atractivo invertir en la moneda local que en la estadounidense y se generaría una presión a la baja en el billete verde. Eso no siempre es tan líneal, aunque en su Informe de Política Monetaria del 2° trimestre, el BCU dijo que la baja del dólar en ese período “estuvo determinada en parte por los aumentos de la tasa”.

El miércoles, el presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz, Alfredo Lago se preguntó si el BCU “seguirá presionando el tipo de cambio sin resultados” y si “seguirá con este accionar (suba de la tasa) afectando la competitividad”.

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