El Banco Mundial (BM) alertó este martes que “dada la frágil situación económica, cualquier nuevo acontecimiento adverso -como una inflación más alta que la prevista, aumentos abruptos de las tasas de interés para contenerla, el resurgimiento de la pandemia de covid-19 o la intensificación de las tensiones geopolíticas- podría empujar a la economía mundial a la recesión”.
De este modo, sería la primera vez en más de 80 años que se producen dos recesiones mundiales en la misma década.
Según el informe Perspectivas económicas mundiales del BM, se espera que la economía mundial crezca 1,7% en 2023, desacelerándose del 3% pronosticado hace seis meses, y 2,7% en 2024.
“La fuerte desaceleración del crecimiento será generalizada: los pronósticos se corregirán a la baja para el 95% de las economías avanzadas y para casi el 70% de los mercados emergentes y las economías en desarrollo”, señaló el BM.
Durante los próximos dos años, el ingreso per cápita de los mercados emergentes y las economías en desarrollo se ubicará, en promedio, en el 2,8%, lo que representa un punto porcentual inferior al promedio registrado en el período entre 2010 y 2019.
“Los países emergentes y en desarrollo se enfrentan a un período de varios años de crecimiento lento impulsado por una pesada carga de la deuda y escasas inversiones; al mismo tiempo, el capital mundial es absorbido por las economías avanzadas que enfrentan niveles de deuda pública extremadamente altos y tasas de interés crecientes. El bajo nivel de crecimiento y de inversión empresarial agravará los retrocesos en materia de educación, salud, pobreza e infraestructura, que ya son devastadores, así como las crecientes demandas derivadas del cambio climático”, declaró el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass.
Mientras que se prevé que el crecimiento de las economías avanzadas se desacelerará del 2,5% en 2022 al 0,5% en 2023, se espera que el crecimiento de América Latina y el Caribe se desacelere marcadamente hasta el 1,3% en 2023, para recuperarse al 2,4% en 2024.
“Las proyecciones indican que la lentitud del crecimiento mundial incidirá en los precios de los productos básicos, lo que debilitará la relación de intercambio de América del Sur”, destacó el BM.
“Según las previsiones, la inversión regional disminuirá este año como consecuencia del aumento de los costos del financiamiento, la escasa confianza empresarial y la fuerte incertidumbre normativa”, agregó.
El BM estima que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Uruguay se situó en 5% en 2022, mientras que sus previsiones de crecimiento para el 2023 y 2024, son 2,7% y 2,5% respectivamente.