De las tres plantas de celulosa con las que cuenta el Grupo ENCE en España, la que es cuestionada por algunos grupos ecologistas es la que está en Pontevedra, Galicia. Situada en plena ría, a la salida de la ciudad, junto al puerto de Marín —un emprendimiento que mueve 2,2 millones de toneladas anuales, básicamente a partir de la pesca y de la madera y celulosa—, lo primero que llama la atención de la misma es la gran cantidad e intensidad de humo que se desprende de sus chimeneas. "No es humo blanco: es vapor de agua", dicen sus autoridades, lo que respaldan refiriéndose a la longitud de las columnas: "si no fuera vapor de agua, la columna se prolongaría por cientos de metros, y como se puede ver, eso no pasa".
Sólo el ancho de una carretera separa la puerta de entrada a la fábrica de la ría donde decenas de mujeres están sumergidas en el agua recogiendo mejillones. Y ese es otro de los elementos que maneja ENCE como testimonio de que la planta no afecta el medio ambiente.
José Buela Fontela es el Jefe del Departamento de Calidad Medioambiental de la empresa. Acepta todas las preguntas y cuestionamientos que se le hagan, con la experiencia que le dan los 28 años que lleva trabajando en el tema dentro de la firma. Caminar con él por las calles de la ciudad refleja el conocimiento que la gente tiene de su persona. Tanto lo saludan y saluda a su paso por la ciudad vieja que el apodo que un colega le confirió durante la visita, fue más que apropiado: "el alcalde".
SIN PROBLEMAS. Asegura que la fábrica "es compatible con su medio". Que "no genera problema de salud alguno en la gente". Oriundo de la ciudad, con orgullo afirma que "la ría de Pontevedra mantiene su fauna intacta. Y aunque los efluentes de la fábrica que no se reciclan se vierten en la ría, nunca se dejó de vender ni mariscos ni pescado en toda Europa. Y se sabe que España es el país que más produce mejillones en el mundo y que el mejillón es un producto de alto precio, con valor agregado, además, por su origen, por ser gallego. No hace falta que les recuerde cuán exigentes que son las normas de la UE y el peso que tienen en su elaboración y cumplimiento los consumidores. Y nunca, pero nunca, hubo una situación de conflicto".
Alega que la empresa, con el paso del tiempo, ha ido mejorando en sus tecnologías. "De acuerdo a cada planta, se usa dióxido de cloro o agua oxige-nada para el blanqueo de la pasta. Hasta Greenpeace dice que nuestros blanqueos son ecológicos".
Se le dice que hay gente que se queja del olor. "Eso es cuando cocemos la madera para transformarla en pasta. La calde- ra quema los gases y produce olores, como los que se producen cuando cocinamos coliflor en casa".
CHANEL Nº 5. Enseguida diferencia lo que es contaminación y lo que es olor. "El olor no contamina. Y no todos reaccionamos igual ante los mismos olores". Pone como ejemplo el perfume Chanel Nº 5. "Es uno de los perfumes más famosos y caros. Pero hay gente que lo huele y hace arcadas".
También informa que frente a la fábrica, del otro lado de la ría, a 9 kms. en línea, están Sanxenxo y La Toja, dos de los mejores balnearios gallegos. "Y allí jamás huele".
Cuando se le pregunta por qué están tan radicalizados algunos grupos, se encoge de hombros. Cuenta que él es amigo personal, en algunos casos desde la juventud, de algunos de sus dirigentes, con los que almuerza regularmente. Pero que el tema los enfrenta. Y que nunca pudo lograr que llegaran hasta la fábrica y vieran, por sí mismos, cómo allí se trabaja. "Lamentablemente no logramos tener diálogo con ellos, como sí los tenemos con los grupos donde están insertas nuestras otras dos plantas".
Ahora el grueso de los reclamos, que pasaban por el olor y por la presencia física de la fábrica, apuntan al nuevo proyecto de ENCE Pontevedra, que es el de levantar en el predio una fábrica de papel tisú.
"La mayor protesta que hicieron fue la de juntar a 600 personas en una población de 80 mil habitantes", comenta Buela. Y agrega: "es más: hace tres meses se planteó la discusión de la conveniencia de instalar la fábrica, y mientras los ecologistas juntaron 10 mil firmas en contra, el comité de empresas registró 25 mil..."