LUCIA BALDOMIR
La venta a través de máquinas expendedoras crece en Uruguay en donde ya se desarrollan tecnologías para esta modalidad de comercialización que son requeridas en el extranjero.
En todo el país hay más de 1.500 máquinas expendedoras que comercializan refrescos, café, agua, snacks, preservativos, toallas higiénicas femeninas o papel higiénico. Si bien en algunos casos se trata de una industria incipiente, las posibilidades de crecimiento y de obtención de importantes márgenes de ganancia está al alcance de la mano y sólo falta invertir el capital.
En otras partes del mundo, las máquinas expendedoras también se usan para la venta de cigarrillos, bebidas alcohólicas y sopas, negocios aún no explotados en Uruguay. Aquí, las maquinas de distribución automática de café son las que han registrado la evolución más destacada dentro del sector del vending, según los empresarios. Actualmente se venden en promedio unos 800 cafés al mes en cada una de estas máquinas, dijeron fuentes del mercado.
La empresa Global Vending cuenta con 1.070 máquinas dispensadoras de las cuales el 40% expenden café. Las mismas están ubicadas en salas de espera de hospitales, estaciones de servicio y empresas numerosas en personal o de atención a clientes en Montevideo, Maldonado, Paysandú, Salto y recientemente en Fray Bentos en donde la firma vio un potencial desarrollo vinculado al trasiego de personas por la construcción de las plantas de celulosa. "Básicamente el negocio es colocarlas puertas adentro en lugares donde hay bastantes potenciales usuarios muchas horas. Por eso salones, farmacias, pequeños supermercados o cybercafés no son clientes", explicó Adolfo Cerantes, director comercial de Global Vending.
RENTABILIDAD Según Cerantes, para que la colocación de la máquina sea rentable la misma debe generar un promedio de 50 servicios por día, que equivalen a 500 cafés al mes. Si bien el promedio de consumo es de 800 mensuales, hay máquinas que generan hasta 4.000 consumos. Estos casos están asociados a empresas que brindan el servicio gratuito. Según Cerantes, sólo el 20% del mercado revende las fichas a un precio por encima del costo y genera ganancias de hasta casi 200%. "Hay estaciones de servicio a las que nosotros les cobramos $ 8 el café pero ellos lo comercializan a $ 15 y tienen consumos de 1.500 fichas al mes", señaló.
En el caso de los refrescos la clave es que las máquinas estén ubicadas en lugares alejados a otras ofertas similares. A pesar de esto, el negocio está mayormente concentrado en Montevideo y Maldonado donde es factible encontrar una oferta similar a escasas cuadras de la máquina.
Coca Cola cuenta con cerca de 250 máquinas dispensadoras distribuidas entre ambos departamentos. Las mismas están "hechas para clientes con poco espacio de stock y ventas importantes como cines y restaurantes de comida rápida", afirmaron fuentes de la empresa.
Irana, otra empresa distribuidora de máquinas expendedoras, especialmente de refrescos, cuenta con 100 máquinas. Si bien en la empresa opinan que el negocio está en desarrollo, afirman que en el caso de la venta de refrescos, amortizar la inversión no es fácil. "Importar una máquina cuesta cerca de U$S 4.000 y para cubrir los costos se tienen que generar ventas de entre 300 y 400 refrescos por mes algo que no es fácil de lograr", dijo Ignacio Soto, de Irana. "La clave es vender donde no haya nadie que venda o en empresas donde exista un mínimo de 100 empleados o personas que se queden durante varias horas", agregó el empresario.
Si bien en Uruguay existen máquinas dispensadoras de snacks según los empresarios se trata de un negocio poco redituable por los costos de recargar productos asiduamente.
INDUSTRIA NACIONAL. La empresa Boxes, tiene 200 máquinas con tecnología propia fabricada en Uruguay distribuidas en facultades, shoppings, restaurantes y hospitales que venden toallas femeninas, papel higiénico y preservativos. El objetivo es extender el sistema a todo el país. Los preservativos, se comercializan en policlínicas, baños públicos, centros de salud, y locales de concurrencia masiva a $ 2 y llegan a venderse entre 20 y 60 por día, según datos de la empresa.
En el caso de las toallas femeninas el sistema se encuentra en "pleno desarrollo", dijo a El País, Daniel Machín uno de los dueños de Boxes. Las máquinas instaladas en centros de estudio (donde el consumo es alto) o en restaurantes como Don Trigo o La Pasiva, en un comienzo vendían unas 90 unidades al mes. Sin embargo, hoy la cifra es tres o cuatro veces mayor, indicó Machín.
En el caso del papel higiénico, la empresa desarrolló un sistema adecuado a cada empresa porque las necesidades son diferentes.
Rubro exportable
La empresa Boxes comenzó a desarrollarse de a poco y hoy cuenta con pedidos del exterior. Sin embargo, la falta de capital le ha impedido por el momento producir a escala y expandirse. "Lo que nos pasa es que no tenemos un potencial financiero. De Chile nos pidieron 1.000 máquinas pero no tenemos respaldo económico para hacerlo", dijo Machín. La Corporación Nacional para el Desarrollo presentó a la empresa como un emprendimiento innovador en el que invertir.
El futuro como medio de pago
Si bien hay quienes sostienen que la clave del "vending" es la extensión del uso de la moneda, otros afirman que el desarrollo de los medios de pago electrónico son el futuro de las máquinas expendedoras. "El negocio del vending está empezando a crecer con los nuevos sistemas de pago. Sin embargo, en Uruguay la clave sigue siendo la expansión del uso y el aumento de la circulación de las monedas", considera Soto.
Actualmente, el sistema de pago a través de las máquinas expendedoras se basa fundamentalmente en el acceso gratuito, la ficha, el pago con monedas y las tarjetas con crédito de uso.
También se está desarrollando en Uruguay el pago por medio del celular, mediante un sistema que permite, a través de un código, recargar el valor de lo que se adquiere a la cuenta telefónica. Si bien la penetración del teléfono celular es creciente -ya hay más de un millón de clientes de aparatos móviles que suman el 43,5% de los hogares- el sistema de pago con ellos recién comienza.