En base a AFP y EFE
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que los riesgos para la economía global casi se han duplicado desde que el gobierno estadounidense de Donald Trump apostó por la aplicación de aranceles a gran escala.
“Los riesgos para la economía mundial han aumentado y apuntan firmemente a la baja. Ante todo, si bien no proyectamos una recesión mundial, los riesgos que podrían materializarse este año han aumentado sustancialmente del 17% proyectado en octubre pasado al 30% actual”, aseguró el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, en la presentación del Informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO en inglés).
“El panorama ha cambiado. Estamos entrando en una nueva era en la que el sistema económico global que ha funcionado durante los últimos ochenta años se ha reiniciado”, apuntó el economista jefe, dejando claro que “todos los países se han visto negativamente afectados” por el conflicto arancelario.
“Por otro lado, las perspectivas de crecimiento podrían mejorar de inmediato si los países flexibilizan su actual política comercial y promueven un nuevo entorno claro y estable”, dijo señalando que “la política monetaria deberá seguir siendo ágil y responder endureciendo las políticas cuando reaparezcan las presiones inflacionarias y flexibilizándolas cuando la demanda sea débil”.
Uruguay y la región
La región afronta un entorno global adverso, caracterizado por una alta incertidumbre en política comercial, fragmentación geopolítica y endurecimiento de las condiciones financieras. En consecuencia, el crecimiento del PIB regional bajará al 2% este año, aunque se recuperará en 2026 con un avance del 2,4%, la misma tasa que el año pasado.

El FMI prevé una fuerte desaceleración de la inflación desde una media del 16,6% en 2024 al 7,2% en 2025 y el 4,8% en 2026, en parte gracias a los ajustes en Argentina y Venezuela. Esta tendencia refleja una estabilización de precios en las economías más grandes.
La región presenta una alta heterogeneidad. Sudamérica es la subregión con mayor inflación, afectada sobre todo por Argentina y Venezuela, mientras que Centroamérica mantiene un crecimiento más estable, cercano al 4%, con inflación contenida y déficits externos manejables.
En esta ocasión, el informe de Perspectivas Económicas Globales del FMI estima que la economía de Uruguay crecerá 2,8% este año (desde 3% que estimaba) y 2,6% en 2026, mientras que la de Brasil, la economía más grande de la región, crecerá 2% (-0,2 puntos porcentuales con respecto a la estimación de enero). Por otro lado, Colombia crecerá 2,4%, Chile 2%, Perú 2,8%, Ecuador 1,7%, Bolivia 1,1% y Paraguay 3,8%.
El contrapunto es Argentina, cuya economía crecerá 5,5% este año, según el FMI. Es decir, medio punto porcentual más que lo previsto en enero.
“La recuperación y la confianza, creo, han influido en cierta medida en este pronóstico. Existen varios riesgos relacionados con el endurecimiento de las condiciones financieras, los precios de las materias primas y muchos otros factores, lo cual es cierto para muchos, si no para la mayoría de los países”, dijo sobre ese país Petya Koeva Brooks, subdirectora del departamento de estudios del FMI.

Por otro lado, el organismo pronostica en cambio una contracción del 4% en Venezuela.
América Latina sigue lidiando con problemas estructurales como la alta desigualdad, su rigidez fiscal, baja productividad y dependencia de materias primas. Además, la coyuntura actual y el creciente proteccionismo comercial en todo el mundo agravan estos desafíos.
Estados Unidos
Por otro lado, el FMI estimó este martes que el riesgo de recesión para la economía estadounidense aumentó debido a la guerra arancelaria lanzada por el mandatario Donald Trump.

“No vemos una recesión en nuestra previsión, pero la probabilidad de una recesión ha aumentado del 25% en octubre a cerca del 40%”, dijo el economista jefe de la organización, Pierre-Olivier Gourinchas, en la presentación del Informe de Perspectivas Económicas Globales.
Su pronóstico de crecimiento para la economía de EE.UU. se sitúa en el 1,8% para este año, un punto porcentual menos que el avance registrado en 2024, y nueve décimas menos que la proyección efectuada para 2025 el pasado enero.
“No se trata de una recesión, y la razón es que tenemos una economía estadounidense que, en nuestra opinión, viene de una posición de fortaleza”, dijo Gourinchas, no sin advertir que tanto las cifras de consumo como de confianza del consumidor están a la baja en el país.
Este WEO es el primero que incorpora el potencial impacto de los aranceles aplicados por Trump a sus socios comerciales y en su presentación se dejó claro que todos los países se han visto negativamente afectados.
“Las perspectivas de crecimiento podrían mejorar inmediatamente si los países flexibilizan su actual postura en materia comercial y promueven un nuevo entorno comercial claro y estable. La economía mundial necesita un entorno comercial claro, estable y predecible”, dijo el economista.