La empresa Fibratex, fundada en 1944 y que cuenta con alrededor de 600 empleados, transmitió en los últimos días al Ministerio de Industria que para fines de año deberá cerrar sus puertas si no logra revertir su complicada situación.
La textil debe encarar un "abultado" pasivo de larga data con el Banco República que supera los U$S 3 millones y tiene también otras deudas con acreedores comerciales, dijeron a El País fuentes del mercado.
El crédito de Fibratex está en el fideicomiso del Banco República. El banco estatal tiene garantías hipotecarias sobre el crédito por lo que tiene más seguridad de cobro que el resto de los acreedores. Fuentes financieras dijeron que se está negociando una fórmula de pago desde hace meses.
De hecho, otras textiles ya han comenzado a atender pedidos de clientes originalmente dirigidos a Fibratex.
El Ministerio de Industria tiene la intención de colaborar en la salida "sea cual sea esta", dijeron a El País fuentes de la cartera. Cerca de las dos terceras partes de los empleados están en el seguro de paro.
En Industria se entiende que no pueden sacarse, a partir de este caso, conclusiones apresuradas sobre la situación del sector textil y se sostiene que cada empresa es una realidad diferente. Fuentes técnicas de ese ministerio entienden que si bien hay una declinación de las exportaciones textiles "el decrecimiento es muy, muy bajo y no pasa de 1% o 2%, según las ramas".
Fibratex es propiedad de un grupo que también controla Conatel, la fabricante local de materiales eléctricos. Según supo El País se ha barajado la posibilidad de que los trabajadores se organicen en una cooperativa para buscar la continuidad de la empresa.
El País intentó obtener la versión de la empresa sobre la situación pero sus llamados no fueron respondidos.
El gobierno ha admitido que el sector textil atraviesa dificultades. El ministro de Industria, Jorge Lepra, las ha atribuido, entre otros factores, a la carencia de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos que ha llevado a que Uruguay vea resentida sus posibilidad de colocación en ese mercado donde debe pagar aranceles elevados de entre 18 y 24%. Y el ministro de Economía, Danilo Astori, ha dicho que para los textiles un convenio ambicioso con Estados Unidos es vital.
Lepra tiene previsto tener reuniones en los próximos días con otras empresas textiles. En el gobierno se cree que una posible salida para el sector es que incremente sus entregas a los fabricantes locales de prendas.