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Expectativas de empresas uruguayas llegan a niveles récord en 10 años

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Dos personas estrechando las manos. Foto: Shutterstock.

ENCUESTA

El 78% de las compañías ve un clima de negocios bueno, según la Encuesta de Perspectivas Empresariales que realiza la consultora KPMG.

El optimismo de los empresarios uruguayos en cuanto a su percepción del clima de negocios, llegó al máximo porcentaje registrado desde el año 2012, lo que retroalimenta las expectativas de que 2022 sea un mejor año en lo que refiere a aspectos económicos.

Esto se desprende de la Encuesta de Perspectivas Empresariales que realiza la consultora KPMG (y a la que accedió El País), en la que se verificó que el 78% de las empresas encuestadas percibe que el clima de negocios es “bueno” o “muy bueno”, lo que significó un récord en los últimos 10 años desde que la encuesta comenzó a formular la misma pregunta.

Además, el relevamiento de KPMG indagó sobre la percepción del clima de negocios según 10 categorías específicas y encontró que la percepción positiva fue mayor en la seguridad jurídica, la estabilidad macroeconómica y el régimen de promoción de inversiones. Pero por primera vez desde 2012, el saldo neto fue positivo (es decir, mayor número de empresarios con percepción buena que con percepción mala) en todas las categorías consultadas, incluyendo a la legislación laboral que típicamente era una categoría con percepción negativa, según la mayoría de los empresarios.

Las perspectivas sobre la situación económica del país para 2022 también fueron fuertemente positivas, dado que el 89% de los consultados considera que la economía mejorará, frente a un 1% que prevé una retracción.

Al preguntarse a las empresas sobre las perspectivas de crecimiento de su compañía para los próximos 12 meses, el 87,7% de las respuestas fueron positivas frente a un 12,3% que respondió de forma negativa. En tanto, las perspectivas de crecimiento para la economía uruguaya en el mismo período fueron un 92,6% positivas y 7,4% negativas y los mismos guarismos se repitieron en cuanto a las expectativas de crecimiento de la economía global.

Por otra parte, al ser consultadas sobre cuáles eran sus expectativas de crecimiento para los próximos tres años en términos reales (a nivel de firma), el 96% de las empresas afirmó que espera registrar resultados positivos y un 60% espera crecimientos superiores al 3%.

El ánimo para la ejecución de inversiones también marcó un récord desde 2013 dado que el 59,3% de las empresas consultadas afirmó que prevé realizar inversiones (en activos fijos) en 2022. El último año que se había registrado un porcentaje mayor al actual fue en 2012 cuando el 69,1% de las compañías manifestó que planeaban invertir y en 2011 (74,2%).

Desde 2013 a 2016 las respuestas venían en constante descenso, con un repunte en 2017 (55,6%) y nuevamente una caída sostenida hasta los registros de este año.

“A su vez, entre las que planean invertir, el 71% lo hará no únicamente para reponer la depreciación del capital existente, sino con la finalidad de ampliar el stock de capital. Vale decir, con la finalidad de ampliar la capacidad productiva a futuro”, expresó Marcelo Sibille gerente senior de Consultoría de KPMG Uruguay.

La encuesta indagó además sobre la expectativa de ventas de acuerdo al mercado de destino. Según el informe de KPMG, “en el caso de las ventas direccionadas al mercado interno, hay mucha confianza acerca de sostener el ritmo de crecimiento de 2021, pues así lo indica el 79,5% frente a un 5,1% que espera que se efectivice una caída”. En tanto, en “el caso de las empresas exportadoras cuyas ventas están dirigidas al mercado externo, la confianza es menor: el porcentaje de los que espera un aumento es del 56,1%”.

Debilidades.

Las empresas ordenaron cinco variables relacionadas con el entorno económico siguiendo un criterio de importancia del 1 al 5 (siendo 1 lo más preocupante y 5 lo menos preocupante) para evaluar cuáles son a su juicio las principales amenazas o debilidades de la economía uruguaya.

En primer lugar, el 37% de las empresas resaltó problemáticas de competitividad como el principal problema actual; en segundo lugar el 25,9% de las compañías señaló al déficit fiscal y en tercer lugar (el 24,7%) se hizo alusión a la situación regional. En tanto, la inflación y el acceso a nuevos mercados fueron vistos como variables menos preocupantes.

Entre los factores que inciden en que la economía uruguaya no sea más competitiva, casi un 30% de los empresarios resaltó como el principal factor los costos salariales, mientras que la presión fiscal fue la segunda razón señalada por el 27,2% de los empresarios consultados.

Empleo: ¿Reducción o aumento de personal?

Las perspectivas optimistas consolidadas de los empresarios reflejaron una caída en la cantidad de compañías que se inclina a reducir la dotación de personal en 2022 (14,8% versus 20,3%). A su vez, si se compara con la edición anterior de la encuesta, hubo un aumento significativo entre la cantidad de empresas que respondió que espera aumentar la dotación de personal.

En este sentido, el 50,6% de las empresas encuestadas afirmó que la cantidad de personas empleadas en sus firmas “se mantendrá igual”, mientras que el 34,6% prevé que aumente y el 14,8% visualiza una reducción.

“Se espera que persista el dinamismo en el mercado laboral durante 2022, ya sea por la vía de la incorporación de desempleados al mercado laboral, o por un aumento de la movilidad de los trabajadores entre diferentes firmas”, indicó el informe de KPMG.

En relación al trabajo remoto, la encuesta encontró que el 88% de las organizaciones que participaron del relevamiento afirmaron haber teletrabajado durante la pandemia.

Entre ellas, el 52% fueron firmas que generaron la experiencia mixta de reducción de días de oficina y su reemplazo por días de trabajo a distancia, en tanto el 36% dijo que abandonaron la práctica de la virtualidad una vez reducido el riesgo de vida por COVID-19 y el 12% restante afirmó que nunca aplicó la modalidad de trabajo remoto.

Al ser consultados sobre si prevén mantener la modalidad de trabajo a distancia en sus empresas, el 57% respondió que sí pero de forma mixta entre trabajo remoto y presencialidad y el 32% afirmó que volverá a la presencialidad plena.

“Los resultados muestran la prevalencia del esquema híbrido (principalmente por parte de las grandes empresas), como forma mayoritaria de organizar el trabajo. Se espera que esta forma se estabilice en los próximos años”, afirmó el informe de KPMG.

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