PRECIO
La alta volatilidad y el conflicto bélico en Europa, impactan al combustible.
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Desde la medianoche comenzó a regir el aumento de precios en los combustibles, debido principalmente por la alta volatilidad internacional y la guerra entre Rusia y Ucrania, señaló el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini. Asimismo, afirmó que el aumento, si bien debería haber sido mayor, no se pudo absorber en su totalidad porque se debe ”cuidar con mucha responsabilidad la caja de Ancap y no tomar decisiones que después comprometan el futuro de la empresa”.
“El gobierno decidió un ajuste intentando mitigar el aumento de los costos. La Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) había recomendado un ajuste entre el 5% y el 8%, según el producto, de acuerdo a lo que está pasando: una gran volatilidad vinculado con la guerra y con la invasión de Rusia a Ucrania. El gobierno decidió, en base a las condiciones financieras de Ancap, como siempre tratando de mitigar este impacto en el sector productivo y en los ciudadanos, que el aumento va a ser del 2%”, afirmó Paganini ayer en rueda de prensa.
En este sentido, el ministro agregó que si se siguiera el informe de Ursea debería “haber subido $ 3,6 la nafta, $ 4,12 el gasoil”, mientras que resultaron definiendose en $ 1,51 por litro para la nafta Premium 97; $ 1,47 para la nafta Súper 95; y de $ 1,05 para el gasoil 50S.
De este modo, los precios pasaron de $ 75,34 por litro a $ 76,85 en nafta Premium 97; de $ 73,41 a $ 74,88 en nafta Súper 95; y de $ 52,94 a $ 53,99 en gasoil 50S.
Por su parte, el supergás aumentó un 2% y costará $ 60,35 por kilogramo (valía $ 59,16 previamente).
Al ser consultado luego por El País, Paganini afirmó que “si continúan las renuncias extraordinarias y el petróleo no baja, Ancap arriesga a quedar en números rojos a fin de año”.
La tendencia al alza en el precio del petróleo se acentuó en las últimas semanas (ver aparte) y a esto se suma la mayor inflación internacional que podría perdurar más de lo previsto. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) había definido aumentar su producción para bajar el precio del mismo, ya que estaba impactando en la economía de diversos países, principalmente de los emergentes.
Teniendo esto en cuenta, el ministro afirmó que “estamos en un momento de mucha volatilidad, esto se disparó por encima del promedio de la Ursea, del mes, que era de (un petróleo a) US$ 95. El promedio anterior eran US$ 84. O sea que estamos en un aumento sostenido, pero también hay un momento muy especial de volatilidad. Si uno toma decisiones, las tiene que tomar con mucha prudencia y no proyectar el máximo del aumento, en la medida que después podemos monitorear cómo evoluciona y ver si la tendencia se consolida u, ojalá, las cosas se normalizan, se recupere el diálogo, haya paz y el petróleo vuelva a un cauce, que no va a ser muy bajo pero, tal vez, no siga en la disparada hacia arriba”.
Balance.
En tanto, en relación al balance de la empresa estatal, “Ancap cerró el año muy bien, con una caja en una muy buena situación y es por eso que tenemos un poco de margen de maniobra. Lamentablemente, las exportaciones a Brasil (de energía eléctrica de UTE, que le hacían comprar más gasoil a Ancap) ya no están en el ritmo anterior. Pero, la situación financiera es buena, o sea que nos permite ver qué pasa con la volatilidad y cómo se estabiliza. En todo caso, lo que no hay que hacer es tomar decisiones apresuradas en un ambiente de alta volatilidad”.
“Hay una renuncia de ingresos de Ancap, sin duda (ver aparte). Es lo que estamos monitoreando todos los meses para decidir cuánto se puede hacer y, bueno, por eso no pudo ser cero el aumento, pero tenemos que cuidar con mucha responsabilidad la caja de Ancap y no tomar decisiones que después comprometan el futuro de la empresa”, agregó.
Paganini señaló que si el ajuste se basara en “simples actos electorales”, en referencia a lo que le señala la oposición de que no se sigue la regla de la ley de urgente consideración debido al referéndum, estarían diciendo que “lo discutimos después”. Afirmó sobre los aumentos que “sabemos que a la ciudadanía no les gustan, que posiblemente políticamente no sea lo más efectista, pero es lo más responsable. Seguimos afiliados a la línea de la administración responsable de las empresas públicas, tomando en cuenta que no queremos que sean focos de recaudación”.
“Lo que tratamos de hacer es equilibrar la sanidad del futuro de Ancap que está siendo apretada, que está siendo exigida por este tipo de decisiones, que tal vez no son las que mejor les sirven a sus números, pero que de alguna manera también equilibramos del otro lado que estamos en un momento muy especial, que si simplemente trasladáramos el aumento directo, probablemente haríamos más daño y, además, en un momento de volatilidad, insisto, donde uno no sabe dónde se va a estabilizar. El gobierno prefiere no subir todo lo que debería”, afirmó.
En relación a las compras de petróleo, señaló que Ancap las efectúa dos meses por adelantado “y va manejando la caja en la medida en que se puede. Ancap hace varias compras al año, no hace compras muy voluminosas porque no tenemos ni siquiera capacidad financiera”.
Según la información de la petrolera estatal, en lo que va del año las compras de crudo fueron dos: una recibida el pasado 14 de enero a un precio de referencia pactado de US$ 87,22 el barril y otra recibida el 13 de febrero a un precio de referencia pactado de US$ 97,83 el barril. Fueron por 1.050.812 barriles y 1.042.000 barriles respectivamente.
¿Qué habría pasado si se tomaba el precio de referencia?
La ley de urgente consideración 19.889 (LUC) en su artículo 235 establece que los precios de los combustibles los fijará el Poder Ejecutivo “previo informe preceptivo de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea)” sobre el precio de paridad de importación (PPI) “y de Ancap”. El precio de paridad de importación, es el valor teórico que tendría el combustible si la libre importación estuviera habilitada y un importador le compitiera a Ancap.
Un informe de CPA Ferrere para la Cámara Mercantil de agosto de 2021 recordó que “hasta junio de 2021 las tarifas eran propuestas por Ancap y fijadas por el Poder Ejecutivo. Este régimen se modificó para todos los combustibles, salvo para el caso del supergás”. Entonces, “desde junio de 2021, el Poder Ejecutivo fija el precio en Planta Ancap en función de los informes preceptivos elevados por Ursea y por Ancap” y “desde agosto de 2021 los precios de nafta y gasoil incorporan un costo adicional denominado Factor X, que recoge el sobrecosto que tiene Ancap respecto al importador teórico de la PPI”, agregó.
En los primeros meses, el Poder Ejecutivo decidió seguir a rajatabla el PPI y sumarle el “factor X”. Así, por ejemplo, el pasado 31 de julio las naftas aumentaron 7,6% y el gasoil 10,9%. Se optó por no reflejar el PPI en el supergas y mantenerlo subsidiado.
Así anunció tres subas seguidas y una pequeña rebaja. Pero a fines de septiembre, decidió mantener el precio de los combustibles aunque el PPI daba una suba, basado en ganancias extraordinarias de Ancap por ventas de gasoil a UTE que a su vez tenía una venta extraordinaria de energía eléctrica a Brasil.
“Las reglas se hacen para cumplirse. Cuando sirve y cuando no. Cabe suponer que esta decisión es consecuencia de que habrá un referéndum”, dijo en aquel momento el economista Javier de Haedo en referencia a que los artículos de la LUC referidos al precios de los combustibles están incluidos en la consulta.
Ahora, ¿qué habría pasado si el Poder Ejecutivo aplicaba a rajatabla el PPI? Según datos publicados por Ancap, en 2021, si se aplicaba el PPI a rajatabla los uruguayos habrían pagado US$ 46 millones más por la nafta Súper 95, US$ 59 millones más por el Gasoil 50S y US$ 93 millones más por el supergás. Es decir, abonaron US$ 105 millones menos en naftas y gasoil y el subisdio al supergás costó US$ 93 millones.
El barril de petróleo otra vez sobre US$ 100
El barril de petróleo Brent para entrega en abril cerró ayer en US$ 100,99 en el mercado de futuros de Londres a consecuencia del recrudecimiento de la ofensiva rusa en Ucrania y tras la imposición de más sanciones sobre Rusia. Desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania el pasado jueves, el Brent ha tocado máximos no vistos en siete años, aunque no ha llegado aún a los registrados en 2008, cuando superó los US$ 132 el barril. [EN BASE A EFE]