Columna de APPCU: la Intendencia y los promotores

Sin ninguna duda, cualquier intendencia del país cumple un papel determinante en nuestro metier, vivienda, y muchas veces de su accionar diligente (o no), depende una inversión siempre muy importante.

IMM
Intendencia de Montevideo.
Foto: Archivo El País

Asociación de Productores Privados de la Construcción de Uruguay
Siendo recurrente ya se escribió sobre varias anécdotas sobre inversiones frustradas en que inversores asociados al promotor socio de APPCU, vieron colmada su paciencia, ante demoras que se tornaron insostenibles.

Así las cosas, hoy se está votando en todo el país para elegir intendentes y alcaldes y algún escalafón menor.

En absoluto es una elección baladí y separemos bien las aguas de la elección de noviembre del pasado año.

La generación de normativas por parte de la Intendencia juega un rol capital, vía decretos de la Junta Departamental que luego homologa el Intendente, vía resoluciones de éste que no necesitan ir a la citada Junta, entre otras normas de orden jurídico.

Este estado de cosas logra previsibilidad para los inversores, saben a qué atenerse cuando del otro lado del mostrador hay claridad conceptual.

Por supuesto que las Intendencias pueden otorgar beneficios tributarios cuando el promotor emprende algún desarrollo social o en épocas de poco trabajo, exonerar la contribución inmobiliaria durante el transcurso del desarrollo de la obra o la exoneración de la tasa sobre los permisos de construcción. Ya sucedió en los gobiernos del Arquitecto Mariano Arana.

Es menester simplificar los trámites a extremos de alto nivel. Como, por ejemplo, el contacto directo con el técnico que supervisa un permiso y que dicho contacto se perpetúe, para que haya un diálogo fluido entre ambas partes.

O dejar de pedir información que ya obra en poder de la Intendencia, como antecedentes municipales, informe de alineaciones, solicitud de conexión al colector, en fin, consideraciones que supimos hacerle al Ec Mario Bergara que nos visitó por la gremial.

Hay más aspectos vinculados a la citada simplificación, no es del caso abundar en esta prosa.

Las Intendencias deben promover la construcción sostenible, el uso de materiales ecológicos y soluciones habitacionales que respondan a criterios de eficiencia energética y calidad de vida.

Es fundamental la transparencia en la información que nos vincula en el trabajo, las alturas pertinentes en los distintos puntos de la ciudad, aspectos que ayudan a la toma de decisiones.

Ahora que el gobierno nacional está embarcado en precisamente intentar simplificar trámites, evitar la duplicación de los mismos, hacer las cosas MÁS SIMPLES (Ceres dixit), es buena cosa que exista un ambiente generalizado en ese sentido y que las Intendencias abreven de esa tesitura que necesariamente debe ser carne, para transformarse paulatinamente en un hábito, que debe empezar por la cabeza (quien gobierne), pero que debe permear hacia los empleados.

En buen romance, no subestimemos lo que va a suceder hoy.

La necesidad imperiosa de crecimiento va atada a muchas variables, que se concatenan para llegar al objetivo. Reformar el Estado, bajar el déficit fiscal, bajar el gasto público, generar confianza….e….invertir!!!!

Y para invertir el gobierno debe ser “cómplice” para la tarea.

Porque hay un axioma por allí que dice, “que no es lo que obtenemos sino en qué nos transformamos gracias a nuestros esfuerzos, lo que hace que éstos valgan la pena...”

Y cuando un promotor culmina un edificio, otea el horizonte y lanza un guiño de satisfacción... y quiere redoblar el esfuerzo.

APPCU

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